Economistas de la oposición coincidieron hoy en calificar al cepo cambiario como el culpable del «estancamiento» del país, pero a la vez reconocieron que el Gobierno ha tenido «fortalezas» en el manejo de la economía.

En ese sentido se expresaron Miguel Kiguel, Marco Lavagna y Federico Sturzenegger quienes disertaron en el 32 Congreso Anual del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF), que se realiza en un hotel porteño.

Bajo el lema «La Argentina del diálogo y el consenso», los economistas disertaron en un panel sobre «La economía que viene».

En este marco, Kiguel consideró que «desde el momento en que se puso el cepo cambiario, la economía entró en un ciclo de estancamiento, que es lo que estamos viendo en estos últimos cuatro años».

«El cepo fue tal vez uno de los mayores errores de política económica de los últimos años», sintetizó el economista, para quien «remover» ese mecanismo cambiario «no va a ser fácil, porque será costoso e implicará riesgos».

A su criterio, «a partir del cepo la economía no crea empleos, los salarios reales cayeron y la confianza del consumidor se desplomó».

«Además, el contexto externo se tornó levemente negativo y le pone presión al tipo de cambio; hay atraso cambiario, las reservas del Banco Central son pocas y la inflación se mantiene en niveles elevados», alertó.

Sobre el tema, la agregada comercial de la Embajada de Estados Unidos en la Argentina, Yamilee Bastien, afirmó que “el cepo cambiario” es “un obstáculo” para las inversiones en el país. Lo dijo en una presentación pública que realizó en Córdoba, hasta donde llegó el embajador de Estados Unidos, Noah Mamet.

El embajador hizo una visita de tres días a Córdoba, donde mantuvo reuniones con funcionarios, con rectores de seis universidades de la provincia, el Foro Empresario de la Región Centro, el clúster tecnológico, con integrantes de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos de América en la Argentina (AmCham) y con ex becarios del Departamento de Estado.

Según Kiguel, con el nuevo Gobierno «se va a venir un ajuste, que en la Argentina tienen fama de ser recesivos. Pero esta vez puede ser diferente, porque el país está subendeudado».

«Entonces, los efectos de un ajuste pueden ser compensados con inversión, siempre y cuando se hagan las cosas bien», añadió.

En ese sentido, comentó ante los ejecutivos de finanzas que las posibilidades del salir del cepo pueden pasar por «unificar el tipo de cambio, que conlleva muchos riesgos. Pero hay que buscar la forma de superar esta situación».

A pesar del panorama que describió, Kiguel reconoció que la Argentina «tiene algunas fortalezas macro y financieras, que hacen que los riesgos estén más acotados que en el pasado. Creo que esta vez sí hay luz al final del túnel».

Por su parte, Lavagna sostuvo que el cepo «se debería eliminar de manera rápida, tal vez en el primer año de gestión» del futuro Gobierno.

«Hace falta volver a un mercado único y libre de cambios, pero la clave será, para la nueva administración, cómo lograrlo», enfatizó el economista del Frente Renovador.

Y añadió que también, es necesario «poner a la inflación en el centro de la discusión, para que en dos o tres años podamos lograr un nivel razonable, del 4 ó 5% anual».

Lavagna afirmó, por otra parte, que la Argentina «tiene hoy el PBI per cápita más bajo desde 2011. Y también desde ese año cae la productividad, a un ritmo del 1% anual».

No obstante, reconoció que el Gobierno «va a poder mostrar, en estos meses que le faltan de gestión, que hay cierta tranquilidad en la economía. Pero el deterioro sigue estando».

Asimismo, advirtió que «tenemos el riesgo de caer en un ajuste con fuerte impacto social, o volver a caer en un camino de endeudamiento».

«Pero ni una cosa ni la otra: hay que potenciar el mercado interno con un shock de inversiones muy fuerte», subrayó.

Para este economista, los temas que debería tener en cuenta el futuro Gobierno, en lo inmediato, pasan por «el tipo de cambio, la presión tributaria asfixiante que tenemos, la productividad y el mercado laboral».

Por último, Sturzenegger destacó la «disminución impresionante de los niveles de deuda pública que ha logrado el kirchnerismo», una situación que, a su criterio, «es absolutamente inédita» en la historia nacional.

Ante este panorama, el diputado nacional por el PRO consideró que el desafío «clave» de la administración que asuma el 10 de diciembre próximo, será «buscar fuentes de financiamiento para superar el déficit fiscal» que registran las cuentas públicas.

Sturzenegger se quejó, por otra parte, de la «tremendamente ineficiente gestión del gasto público» del Gobierno, y estimó que quien lo suceda, deberá, en lo inmediato, «dar señales muy rápidas de avanzar en lo institucional».