Tras las inundaciones que se sucedieron en distintas provincias, organismos, públicos y privados reaccionaron sobre esta amenaza latente que según informes meteorológicos tendrá en vilo a la región y con perspectivas de ocasionar impactos negativos en sectores ligados a la producción.

Economía y región

El Plan Maestro para evitar las inundaciones no está teminado y trae concecuencias

La mayor parte de la población está mal asentada por lo que sufre las inundaciones y la situación incluye los campos ya que el el Plan Maestro de la Cuenca del Salado aún no está terminado, según un análisis privado.

«Con los años parece que no aprendemos, no hay un plan estructurado entre la Provincia y la Nación», indicó, Mario Hernández, profesor de la Universidad Nacional de la Plata y especialista en Hidrología.

Para el técnico, el Plan Maestro «está inconcluso. Cuando se hace planificación hay que aclarar cuales son los términos y el espacio donde se hará», explicó el especialista.

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Y agregó que la planificación «es solo una palabra, pero en los hechos no se ve. Yo fui secretario de Recursos Hídricos de la provincia de Buenos Aires durante la gran inundación de 1983. Ahora hay nuevos problemas en los lugares que crecieron mucho».

También destacó, que «se sometieron a nuevas exposiciones, a las inundaciones, malos modos de urbanización, y esto sumado a los cambios que el clima mantiene», dijo.

En el mismo sentido, se refirió la existencia de «un montón de factores negativos que no son estructurales-climáticos, como la improvisación, el uso político de la cosas, el mal manejo de la tierra y el asentamiento de comunidades en lugares que no son aptos para la gente».

Asimismo,  aclaró que «acá hubo dos Planes Maestros, uno fue el lineamiento general en el año 1997, donde convocaron a muchos especialistas y el cambio climático ya estaba previsto. Después fue el del Salado que está muy bien, pero está inconcluso».

Por otra parte , resaltó que «abarca una sola cuenca de una sola provincia. El canal no es una solución, sino una cosa que hay que usar cuando corresponde».

Hernández, no omitió señalar que «hay conductas y comportamientos públicos y privados, como el tema de las canalizaciones clandestinas, el uso de la tierra, la gente que se afinca en los costados de los ríos, sin las disposiciones debidas».

Por último, especificó que la mayor parte de la población «está asentada justo donde no debe. Y la tendencia es que vamos a estar con un Niño bastante prolongado por lo que los anegamientos se podrían acentuar», finalizó.

 

Especialistas en cambio climático recomienda estar preparados, ya que las anomalías serán recurrentes

Tras las últimas lluvias de los últimos días, la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario realizó un análisis de los últimos fenómenos climáticos que derivaron en inundaciones y llegaron a la conclusión de que «El Niño» será favorable para los cultivos de verano.

Para eso los técnicos de GEA recurrieron a José Luis Aiello director de la Consultora Climática Aplicada (CCA) quien recomendó estar preparados porque las anomalías serán recurrentes.

El especialista consideró que a octubre pueden repetirse eventos de lluvias, «pero con la distribución que tienen hoy los sistemas de presión, hasta octubre el escenario más probable es de lluvias normales. Pero, a partir de ahí tendremos la regadera del Niño» y su acople con fenómenos regionales».

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Dijo que «el cambio climático está impactando en Argentina» y recordó que desde GEA hicimos un seminario por web y un artículo orientado a los impactos en Argentina».

«El cambio climático es real. Los impactos son recurrentes y están medidos desde la última década. Provocan anomalías de lluvias, pulsos de frio y calor e inestabilidades de los fenómenos dinámicos atmosféricos».

«Lo que ocurrió la última semana es consecuencia de dicha inestabilidad. Se tradujo esta vez en un continuo flujo de humedad atmosférica en todos los niveles por la acción de un sistema anticiclónico que se instaló en las costas del Atlántico Sur. A eso se le sumó un sistema estacionario y el resultado fueron estos episodios de lluvias», indicó.

Las inundaciones afectaron miles de hectáreas de la provincia de Buenos Aires que sumado a la falta de obras de infraestructura derivó en campos anegados y rutas inundadas, que en muchos casos obligan a llevar la leche de los tambos en tractor para que la busque la industria.

A diferencia de otros estudiosos, Aiello opina que el fenómeno meteorológico que se desarrolla «El Niño» no necesariamente será de intensidad fuerte; además, la anomalía térmica no será record (por ejemplo, si la comparamos con la de 1997-1998).

También sostuvo que el «efecto del Niño no se adelantará a septiembre y el hecho de que empiece en noviembre obedece al calendario astronómico; sus efectos se hacen evidentes cuando el cinturón nuboso ecuatorial se instala en el Hemisferio Sur».

«Por eso sus impactos son en el período estival. Cualquier evento de lluvias fuertes hasta octubre se producirá por fenómenos del Atlántico», señaló.

Para el director de CCA, «El Niño es una buena noticia para los cultivos de verano. En Argentina el evento es favorable a un incremento en las lluvias que se dan de noviembre a marzo, al cual hay que acoplarle los fenómenos regiones de escalas más chicas de corta duración y éstos no son pronosticables».

«Estos fenómenos regionales son afectados por el cambio climático, y pueden incrementar o fortalecer los impactos del Niño», manifestó.

 

Casi el 8% del área implantada con trigo en el país está afectada por las inundaciones

El cultivo del trigo se encuentra comprometido en amplios sectores del centro y sur de Santa Fe y gran parte del margen este de Buenos Aires, que aún permanecen bajo agua.

En tanto, durante los últimos días solo se registraron lluvias sobre el centro-norte de la región agrícola, en paralelo las condiciones climáticas «fueron mejorando sobre el sur, brindando alivio en zonas comprometidas por inundaciones».

Así lo consignó el Panorama Agrícola Semanal (PAS) de la Bolsa de Cereales porteña en su último informe que señaló que no obstante, «las Zonas-PAS afectadas por anegamientos son el Núcleo Sur, el margen este de la región Centro de Buenos Aires y la zona Cuenca del Salado en su totalidad».

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En estas tres zonas, la superficie de trigo que se ubica en las regiones comprometidas asciende a 290.000 hectáreas, cifra que equivale al 7,8 % del área nacional estimada en 3.700.000 hectáreas para la campaña en curso.

Si bien la superficie en riesgo es significativa, aún no se puede precisar la magnitud del daño provocado por los excesos hídricos, dado que gran parte de productores todavía no pudieron volver a sus campos.

«En la región bonaerense, el cereal se encuentra transitando etapas de macollaje o aún diferenciando hojas en el caso de los cuadros implantadas durante la última parte de la ventana óptima de siembra», dijeron los especialistas.

Explicaron que «salvo en las zonas anegadas, el resto del área implantada mantiene una condición que varía de buena a muy buena, sosteniendo incluso muy buena sanidad».

«Similar estado de desarrollo y condición del cultivo se relevó en diferentes sectores de La Pampa; hacia el Sur de Córdoba, la oferta hídrica es adecuada en gran parte del área implantada», precisaron.

En esas zonas, el cereal transita estadios de macollaje, en condición buena a muy buena, no obstante parte del área aún mantiene expectativas de cumplir sólo la función de cultivo de cobertura y no dar ganancias por comercialización.

Sobre el centro-norte de la provincia, las últimas lluvias relevadas mejoraron notablemente la condición del cultivo y los cuadros más adelantados transitan etapas críticas de encañazón.

«En la región Núcleo Norte, la oferta hídrica es óptima y los cuadros se encuentran macollando, sosteniendo una condición de cultivo de buena a muy buena», precisó el PAS.

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Mientras que hacia el Centro-Este de Entre Ríos el cultivo transita etapas de encañazón, y » una menor proporción de lotes aún se encuentra macollando. La condición del cultivo es muy buena».

Sobre el Centro-Norte de Santa Fe abundantes lluvias relevadas durante los días previos (40 a 200 mm) generaron anegamientos en diferentes sectores del margen este de la región.

En consecuencia, es probable que parte del área implantada con trigo en el margen comprendido por San Justo, Reconquista y Avellaneda, registre pérdidas durante las próximas semanas.

Por último, el área implantada en las regiones NOA y NEA aún presenta una condición que varía de buena a muy buena, gracias a la recuperación hídrica registrada durante las semanas previas.

 

A las condiciones clímáticas en el contexto general, las economías regionales sufren por la falta de competitividad 

Las economías regionales exportadoras de materias primas y derivados -que representan casi dos tercios del total- se encuentran ahogadas por la falta de competitividad generada por el dólar cuasi fijo, las devaluaciones de los socios comerciales argentinos y el incremento interno de precios, es decir costos.

Este fue el último análisis de la consultora Economía & Regiones efectuado por el economista Alejandro Caldarelli y su equipo: Verónica Sosa, Guillermo Giussi, Diego Giacomini, Mario Sotuyo y Esteban Arrieta.

Para los especialistas, la falta y el caro financiamiento, la inflación y la elevada presión tributaria contribuyen al deterioro económico de las vapuleadas economías regionales.

«Esta pérdida de competitividad provoca un perjuicio doble: por un lado, arremete contra la actividad (y el empleo) de los sectores productores y las economías regionales; y por el otro, o retrae el ingreso de divisas por exportaciones, acentuando la escasez de dólares en el mercado cambiario», indicaron.

Sostuvieron que las economías regionales enfrentan actualmente problemas de competitividad, que surgen tanto por el contexto económico regional y mundial, como por las medidas de política económica domésticas.

 

economias-regionales-editada-5-5-15«El tipo de cambio no es el único factor que incide en la pérdida de competitividad de las economías regionales. Sobresalen otros ingredientes que ahogan la competitividad de los productores como la elevada presión tributaria, el avance de los costos de transporte, los problemas de infraestructura, las regulaciones para importar y exportar y el costo de financiamiento», dijeron.

Para E&R «peor aún, este cambio de paradigma mundial, con fortalecimiento del dólar y suba de tasas, le impone un techo al precio de los commodities que son la principal fuente de divisas de nuestro país».

Los economistas evaluaron que «la política económica de los últimos años ha atentado directamente contra la competitividad de las economías regionales».

«Este dilema entre la competitividad y la política macro se encuentra en el tapete de la discusión sobre el rumbo de la política cambiaria y su impacto en la actividad de algunos sectores», sostuvieron.

En concreto, los últimos datos publicados por Indecmuestran que el valor de las exportaciones (-17.8%) cae porque se exportan menos volúmenes (-1%) a más bajos precios (-17%).

Los valores exportados de manufacturas de origen industrial (-18% ) y de combustibles (-57% a/a) caen en precios y cantidades y «las cantidades exportadas de productos industriales (-16%) son las de mayor caída», manifestaron.

Así el valor de las manufacturas de origen agropecuario (MOA), producidas en las economías regionales, también cae: «Los valores exportados de los productos primarios y las MOA caen un 1% y un 19% respectivamente, empujados por fuertes bajas en sus precios».

«Este combo de dificultades que enfrentan los productores agrícolas y exportadores de las de las distintas regiones, abre el debate sobre cómo recuperar la competitividad pérdida», según Economía & Regiones.

No se trata «simplemente de devaluar, ya que sin aplicar otras medidas que corrijan el problema de fondo, lo más probable sería que el aumento del dólar se traslade rápidamente a precios de manera que no ayude a mejorar la competitividad de las economías regionales».

«Luego, es fundamental generar competitividad genuina fomentando la inversión, corrigiendo la elevada presión impositiva, mejorando la infraestructura necesaria para producir y transportar mercaderías y simplificando los procesos para exportar e importar», sugirieron.