El Banco Central advirtió que es vital para la economía del país que se cumplan las metas de inflación y se logre una tasa de interés real positiva porque es la única forma de que los ahorristas depositen su dinero y el sistema financiero pueda prestar al sector productivo.

Así lo aclaró el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, al cerrar las Jornadas Monetarias y Bancarias en el salón Bosch de la entidad, junto a sus pares de Brasil, Ilan Goldfajn, y de Chile, Rodrigo Vergara. Sturzenegger analizó que la Argentina está incurriendo en un cambio estructural al imponer metas de inflación (que serán presentadas oficialmente el lunes) porque eso indica que el país va hacia una economía con tasas de interés real positivas.

«Necesitamos tasas de interés real positivas para bajar la inflación pero las necesitamos en estado estacionario porque la única manera de tener créditos es que haya alguien que quiera ahorrar en el sector financiero», expresó. Señaló el banquero que la Argentina es un país que tiene una capacidad de ahorro muy significativa que no difiere respecto de otros países, pero donde la intermediación del sistema financiero es realmente mínima en comparación con la región.

«La tasa de interés real positiva no solo va a cambiar la cabeza del depositante, que va confiar, sino que nos va a permitir intermediar ese ahorro para prestárselo a una Pyme que puede pagar 5%, 6% o 7% puntos porque produce por encima de ese valor», explicó.

Entonces, puntualizó Sturzenegger, la Argentina está desperdiciando actualmente 8 o 9 puntos por año de retorno de ese ahorro totalmente mal gastado por la sociedad porque no logra que sea intermediado a través del sector financiero.

«Si no le pagamos al ahorrista una tasa de interés real positiva, hagamos todo el mambo que queramos pero no vamos a tener depósitos y si no hay depósitos no vamos a tener créditos para la economía real», enfatizó el presidente del Banco Central.

En ese sentido, opinó que una baja en la tasa de inflación generará un aumento de la productividad de la economía real porque hará que los precios «sirvan» y que las curvas de demanda se vuelvan más elásticas y caigan los riesgos, para que los argentinos se animen a consumir y a invertir.

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