El Directorio del BID aprobó este miércoles un paquete de Financiamiento Especial para el Desarrollo (SDL) de US$ 700 millones para la Argentina, que ingresarán en las próximas 48 horas y servirán para incrementar las reservas del Banco Central (BCRA).

«Este desembolso ayuda a fortalecer las reservas argentinas», destacó el jefe del Palacio de Hacienda, Sergio Massa, en su cuenta de Twitter, en un mensaje en el que también remarcó que «se aprobó por unanimidad».

Massa precisó que los fondos «van a ingresar en las próximas 48 horas» y que el préstamo «forma parte del paquete de apoyos financieros que la Argentina tiene de distintos (organismos) multilaterales».

El financiamiento tendrá un plazo de amortización de siete años, un período de gracia de tres años y una tasa de interés basada en la SOFR (Secured Overnight Financing Rate, tasa de referencia en dólares).

El préstamo fue confirmado por el BID, en un comunicado en el que precisó que se destinará a la cobertura de necesidades de financiamiento de corto plazo, así como para proteger el gasto social a grupos vulnerables y en infraestructura, «mientras se implementan reformas para reducir el déficit público, promover la estabilidad de los precios y asegurar la sostenibilidad de la deuda».

Al disertar en el marco de la 56° Reunión del BID de la Red de Economistas Jefes de Bancos Centrales y Ministerios de Hacienda de América Latina y el Caribe, Massa hizo un breve repaso de sus 70 días de gestión y reafirmó sus principales objetivos de orden fiscal, acumulación de reservas y desarrollo con inclusión y aumento de exportaciones.

En ese sentido, consideró que “economía del conocimiento, energía, minerales y proteínas son cuatro de los grandes sectores con los que la Argentina tiene la oportunidad de recuperarse de lo que representaron los procesos de formación de activos externos, que algún día tenemos que discutirlos en términos regionales, para que los ciudadanos que evaden en nuestros países no encuentren en Estados Unidos su guarida fiscal”.

Respecto al rol del BID, el titular de Economía pidió debatir “¿Cuál es el equilibrio de relación con el resto de los (organismos) multilaterales?”.

“Es absurdo que cuando el BID como institución para el desarrollo nos permite acceder a inversiones de infraestructura y nuestros países invierten recursos de su Tesoro como contrapartida, a la hora del análisis de las metas fiscales en otros organismos multilaterales la inversión se compute como déficit, porque eso nos condena a ser pobres”, agregó el funcionario.

Y postuló: “Es clave que lo que invertimos como desarrollo desde nuestras cuentas públicas sea tomado como desarrollo y no simplemente como requisito para el cumplimiento de una meta fiscal”.

El financiamiento otorgado por el BID está alineado con los objetivos del Acuerdo de Facilidades Extendidas del FMI, y en ese marco «contribuirá a fortalecer las finanzas públicas, asistirá los esfuerzos encaminados a la estabilidad de precios, y apoyará el fortalecimiento de la balanza de pagos».

Al respecto, Massa destacó que los objetivos del programa con el FMI “se están cumpliendo”, lo que permitió al país “alcanzar en el tercer trimestre la acumulación de reservas y de metas fiscales”.

De acuerdo con lo explicado por el ministro, los logros fueron posibles gracias a “medidas de promoción de exportaciones en algún caso, y con medidas de restricción o de ordenamiento de las partidas presupuestarias para cada una de las áreas de gobierno, con la consecuente dificultad o fricción que muchas veces trae eso”.

En materia de reservas, gracias al Programa de Incremento Exportador (conocido como «dólar soja»), en septiembre el BCRA embolsó US$ 4.968 millones y culminó el mes con un nivel de reservas de US$ 37.621 millones.