El comercio bilateral con Brasil en marzo arrojó un déficit de US $393 millones, producto de un incremento interanual en las exportaciones del 21,7% hasta los US$1.184 millones, y de una suba mayor de las importaciones (31,6%) hasta los US$1.578 millones.

El resultado significó el déficit comercial mensual más importante de los últimos cinco años.

Con los resultados de marzo, el intercambio comercial en el primer trimestre del año acumuló un déficit de US$973 millones, saldo que surge de la diferencia entre los US$2.951 millones vendidos a Brasil y los US$3.923 millones comprados.

Hay que remontarse hasta el primer trimestre de 2018 para encontrar un rojo comercial mayor, que en ese entonces fue de US$2.041 millones.

La buena performance de las exportaciones se explicó en mayor medida por el desempeño del sector automotor.

Las ventas a Brasil de “Vehículos de pasajeros” y “Vehículos a motor para el transporte de mercancías y usos especiales” aumentaron un 43,8% y 22,2% interanual, respectivamente.

Ambos productos fueron los de mayor participación en los envíos totales de marzo (juntos explicaron el 36,1%), al igual que en lo que va del año y en 2022.

Por el lado de las importaciones, el monto es el más alto desde abril de 2018.

Casi todos los productos de mayor participación en las importaciones totales mostraron guarismos positivos.

Puntualmente, las compras de “vehículos de pasajeros” y “partes y accesorios para vehículos automotores” -productos de mayor participación- crecieron 73,7% y 32,8% interanual, respectivamente, y entre ambos bienes explicaron el 21,5% de las importaciones desde Brasil en marzo.

Asimismo, la adquisición de tubos, perfiles huecos y accesorios de tubería, de hierro o de acero también se incrementó (pasó de US$2,1 millones en marzo de 2022 a US$89,9 millones en igual mes de este año) y representó el 5,7% de las importaciones totales desde el país limítrofe.