A través de una nota redactada en duros términos, la Unión Industrial Argentina le expresó a Juan Schiaretti, gobernador de la provincia de Córdoba, la «profunda preocupación por la potencial destrucción del empleo» que estaría generado por la compra de insumos chinos para ser utilizados en la megaobra de construcción de gasoductos troncales que arrancará en el segundo semestre de este año.

«Queremos manifestar nuestra profunda preocupación por la potencial destrucción de empleo industrial argentino que traerá la adjudicación del suministro de tubería y accesorios de origen chino para el gasoducto de Córdoba», sostiene la entidad gremial empresaria.

Réplica

Por su parte, el ministro de Agua, Ambiente y Servicios Públicos de Córdoba, Fabián López, remarcó que adjudicaron la obra «en un alto nivel de competitividad» y que no están «dispuestos a pagar un centavo más por culpa de un lobby que quiere aprovechar su posición hegemónica».

El funcionario remarcó que «el año pasado la tonelada de caños costaba 2.500 dólares, pero hoy cuesta 1.500 dólares en el mercado internacional. Estamos hablando de 52.000 toneladas, hay 52 millones de dólares en juego», enfatizó.

Recordó, además, que fue «una licitación pública donde nadie objetó nada. Después de que se adjudicara, el grupo que resultó perdedor -Techint- está haciendo un lobby monopólico para tratar de embarrar la cancha», disparó.

En otro tramo de la nota, la UIA enfatiza al señalar que la industria argentina está en condiciones de «proveer productos locales competitivos, siempre y cuando pueda actuar en un campo de juego nivelado», y le solicitó al gobernador cordobés garantías para una participación «en condiciones de comercio leal».

Copias de la nota enviada a Schiaretti fueron remitidas también a los ministros de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, y de Producción, Francisco Cabrera.

Además, Javier Martínez Álvarez, director general de Tenaris (empresa de tubos para la actividad petrolera de Techint), sostuvo que «hay tres fabricantes en el país que están en condiciones de proveer toda la tubería», pero que no se puede competir «con la cancha inclinada. Esta es una obra que ha conseguido una financiación del Gobierno chino, que tiene una práctica a nuestro entender predatoria», dijo, en referencia a prácticas de dumping. Para la empresa, la participación en el proyecto generaría tres meses de trabajo de una planta en la que hoy hay -afirman- cerca de mil personas sin trabajar.