Por Florencia Vizzi

¿De qué hablamos cuando hablamos de inflación? ¿Por qué suben los precios y, sobre todo, por qué los precios de los alimentos y artículos de primera necesidad se ubican siempre muy por encima de la media inflacionaria, llevando al límite a amplios sectores de la población? La repuesta a estas preguntas no es tan compleja como los «expertos» se empeñan en hacernos creer. O, al menos, la respuesta más importante. El problema tiene un nombre: CONCENTRACIÓN. Seis cadenas de supermercados concentran el 65% de la comercialización de alimentos en Argentina y dentro de esas 6 cadenas, el 82% la comercialización a manejan 20 empresas productoras de alimentos. Estos datos entre muchos otros, surgen de a entrevista que otogó a Conclusión Rafale Klejzer, Director Nacional de Políticas Integradoras del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. Klejzer no sólo remarcó el fundamental problema de la hiperconcentración en ese rubro, sino que dejó en claro su mirada crítica sobre el acuerdo con el FMI y la nunca cumplida promesa de investigar a la deuda externa contraída en el gobierno anterior. Afirmó también que en Argentina sólo es posible gobernar con la gente en las plazas porque el «poder concentrado es más fuerte que el Estado Nacional».

Los dueños de la comida: inflación y concentración

«El negocio de la comida en Argentina lo tienen 20 empresas productoras de alimento, en su mayoría multinacionales, y seis cadenas de supermercados». Durante la entrevista Klejzer reitera en repetidas oportunidades este dato. Es que no es menor, sobre todo porque los alimentos son los que más traccionan la tasa inflacionaria y además, impacta de lleno en los índices de la indigencia.

«Siempre la inflación, sobre todo en la Argentina, es política», afirma el funcionario, al tiempo que explica: «Para entenderlo, y para entender por qué los precios y la inflación son políticos, tenemos que preguntarnos por qué los alimentos en Argentina aumentan por encima de la media inflacionaria. No solamente empujan la inflación, sino que aumentan por arriba de la media».

En ese sentido, Klejzer apuntó que «según los especialistas, los economistas de derecha, de centro de izquierda, la inflación está ligada a la emisión monetaria». «Como yo no soy economista, pedí que me expliquen cuales son elementos que generan el costo de un producto para entender por qué aumenta tanto».

Para poner como ejemplo el año 2021, según esa explicación, hay cuatro elementos: emisión monetaria, que el año pasado tuvo una variación del 21%, el costo de la energía, que aumentó en ese año un 16%, el ingreso de los trabajadores formales, que fue del 54% y después está el famoso tipo de cambio, que el año pasado estuvo en 30%.

Si tomamos el promedio de esas variables, da 32% y, sin embargo, la inflación fue del 52%. Entonces, esa diferencia el 20% es lo que nosotros atribuimos a los formadores de precio, que pusieron esos precios en función de sus objetivos».

«En Argentina, 6 cadenas de supermercados, entre ellas, Wallmart, Coto, La Anónima, Carrefour, Cencosud, manejan el 65% de la comercialización y dentro de esas 6 cadenas, el 82% lo producen 20 empresas, en su mayoría multinacionales. No es que No es que está concentrado, está hiperconcetrado»

El negocio de la comida en Argentina lo tienen 6 cadenas de supermercados y 20 empresas productoras de alimentos, en su mayoría, multinacionales.

Rafael Kljzer

Klejzer entonces pone el acento en el rol del Estado, dado que el problema inflacionario está ligado directamente a los alimentos que encarecen la canasta básica, ya que la indigencia se mide por el acceso al alimento.

«Además, el 70% de los ingresos de los sectores populares va a la compra de los alimentos, entonces lo que hay que hacer es desconcentrar el mercado. A ver, hoy en el mundo no se está discutiendo si el Estado tiene que intervenir en la economía de mercado, sino en qué forma interviene».

Siguiendo esa línea, remarca que, frente a la crisis energética en Europa, casi todas las empresas están nacionalizando las compañías de gas y electricidad. «Es de perogrullo, si el Estado tiene que poner plata, entonces que las empresas sean del Estado y no de un capital privado».

Es por eso que Klejzer afirma que en la Argentina se debe recuperar soberanamente un «Estado nación que intervenga inteligentemente en el mercado concentrado de alimentos, desconcentrando, generando herramientas, como puede ser una Empresa Nacional de Alimentos que pueda desconcentrar su producción y la logística. «Tenemos grandes problemas de logística en argentina y por supuesto su comercialización».

Soberanía alimentaria y una empresa nacional de alimentos

Uno de los proyectos de ley que están en danza en el Congreso Nacional fue, precisamente, redactado por el propio Rafael Klejer, sobre la creación de una Empresa Nacional de Alimentos, que permita recuperar la soberanía alimentaria.

La pregunta que cabe hacerse, entonces, es ¿cuán posible es poner una ley de esas características en funcionamiento y cuál es la viabilidad de la misma?

«Siempre me hacen la misma pregunta», dice Klejzer con una media sonrisa. «Es porque partimos de un sentido de derrota, no han hecho creer que es inviable toda cosa que se pueda hacer en función de la defensa los intereses nacionales».

«Si hubo petróleo en América Latina y el Estado se pudo apropiar de esas ventas, es porque en el año 1922 se creó YPF en Argentina. A partir de alí, México y Brasil adpotaron esesfuncionamiento que es la empresa nacional. Así que cuando pensamos en una empresa nacional de alimentos, pensamos en una YPF de los alimentos, específicamente en la división Agro de YPF».

El funcionario detalla que la propuesta de la ENA es una suerte de idea fuerza, pero generando empresas por productos, es decir, identificando lo que tendríamos que trabajar inmediatamente y avanzando por ahí.

«Por ejemplo, arroz, empaquetados de legumbres, lácteos, agua envasada, porque tenemos un grave problema de precios con el agua envasada cuando nos están vendiendo el litro de agua más caro que el litro de nafta. No así las carnes y verduras, porque allí la distorsión de precios tiene que ver con la logística, no con la concentración, falta de logística, falta de políticas públicas para el acceso a la tierra, falta de acompañamiento en los cinturones verdes . Es decir hay que generar empresas públicas lácteas, empresas públicas empaquetadoras de arroz. Fijense que el 85% de la producción de arroz está en manos de una sola empresa, ligada al grupo Clarin. De los cuales casi el 100% se exporta a Brasil y nos quedamos con un 15 % para el consumo interno, destruyendo así los pequeños y medianos productores de Corrientes y norte de Entre Ríos.

Entre esos ejemplo, Klejzer pone un aparte sobre Entre Ríos, que esw una provincia que «ha perdido su soberanía alimentaria». «Es una provincia agropecuaria por excelencia y tiene una de las mejores tierras, y ha perdido su soberanía alimentaría, porque el 80% de las frutas y verduras que consume vienen de otras provincias. No habría problemas con esto en un país federal porque vos planificás, que importa, si viene de otra provincia, porque es el mismo país. Pero no es así, porque tiene que ver con la especulación de los intermediarios«.

El director de Políticas Integradoras también refiere a otro proyecto de ley que cambiaría totalmente el panorama. «Fue presentado por Daniel Arroyo y propone la creación de 400 mercados concentradores, para todo el país, 400 mercados a 300 kilómetros de distancia uno del otro, porque eso facilita el kilómetro cero. Es decir, alrededor de eso generás posibilidades para que huerteros, quinteros, chacareros puedan generar su comercialización y así planificar su producción. Entonces así genéras un círculo virtuoso con la producción local que es tan importante». «Con este proyecto salís del mercado central de Buenos Aires como precio de referencia, porque en el mundo se planifica, de 400 kilómetros para abajo, la logística se hace en camiones, y de 400 kilometros para arriba, se hace en tren… Fijate, empezamos hablando de alimento y terminamos hablando de trenes. Y hablamos de mercados, de arraigo, porque la gente no se va y se queda en su tierra a producir… El alimento en Argentina puede ser la punta de lanza para ordenar parte de esos problemas estructurales que tienen que ver con endeudamientos, con economía bimonetaria, etc. Pero hay una serie de elementos que tienen que ver con logística, con organización, que van de la mano con proyectos de ley que duermen en el Congreso».

Además, recuerda que para los productos extrazonas, (por ejemplo arroz o azúcar) ya hay presentado un programa de 4.000 ferias populares para resolver el problema minorista.

El Estado Nacional como última trinchera

En algunos puntos referentes a la economía, Klejer es contundente. «¿Queremos humanizar el capital? ¿Esperamos cosas buenas de ellos, podemos acordar con los capitales? No. Entonces, lo que hace falta es vocación política». Aquellos países que pueden planificar su economía son los que se están parando de manos frente a estos capitales globalizados, Rusia, China, algo de la Unión Europea, porque el Estado Nacional es la última trinchera que tenemos para defendernos de ellos».

El funcionario remarca el tema de la decisión política «Sino fíjate en el tema Vicentín, Vicentín tenía el 26% de intervención en el mercado de importaciones de aceite, y regulábamos el precio del aceite. Y no fue el capital concentrado el que salió con los tapones de punta, fue entre otros el gobernador Omar Perotti, el que se opuso al rescate estatal de esa empresa, aunque había que ver las condiciones. Ahí quedó demostrada la falta de intervención política para intervenir ante el capital»

En relación a ello, Klejzer considera que estamos en este momento ante una oportunidad histórica, ya que vencen una gran cantidad de concesiones otorgadas a empresas privadas en los años en que gobernó Carlos Menem.

«Desde el año 2021 hasta el año 2025 vencen las concesiones hechas por Menem hace 30 años, entre ellas la  mal llamada hidro vía del Paraná. Nos vuelven canales de televisión, minas, vías férreas, río Paraná, por donde sale el 50 % de la mercadería mundial… tenemos esta oportunidad de preparar al Estado Nacional para recibir estas concesiones. Lo que sea estratégico, tiene que quedar para el Estado, lo otro vemos, pero hay cuestiones estratégicas. Si no nos apropiamos de la renta nacional, lo que genera la riqueza en la Argentina, no va a haber forma de distribuirla y de generar justicia social en Argentina. Sino siempre estamos dependiendo de algo, fíjense que los argentinos estamos dependiendo de la buena voluntad de 20 empresa trasnacionales. Hay un debilitamiento del Estado nacional que está de rodillas, muy colonizado»

Ruptura del pacto electoral y pesimismo

Rafael Klejzer es funcionario del gobierno nacional. Sin embargo, se define pesimista cuando se le pide un diagnóstico sobre el futuro cercano y la evolución de la economía.

«El pacto electoral del Frente de Todos fue que se iba a investigar la deuda externa y la concentración y extranjerización de la economía, que genera una demanda de dólares muy importantes para estos sectores trasnacionales. Ese pacto no se cumplió».

Rafael Klejzer

Klejzer es muy claro al explicar el funcionamiento de las empresas trasnacionales en los estados desregulado. «La empresa debe dolarizar sus ganancias y mandarlas a su casa matriz. En un estado desregulado como el nuestro, lo pueden hacer en cualquier momento del año. En otros no, por ejemplo, en Estados Unidos no lo pueden hacer en cualquier momento, solo lo pueden hacer una sola vez al año… Nosotros no tenemos la maquinita de hacer dólares, hay que tener presente que de las primeras 100 empresas Argentinas, 85 son de capitales trasnacionales. Es un capital ultraconcentrado y extranjerizado que demanda dólares«.

«Los gobiernos populares consiguen dólares a través de la balanza comercial, exportan más de lo que importan y los gobiernos más de derecha, como el de Mauricio Macri toman deuda. El tipo se fumó más de 150.000 millones de dólares en cuatro años y no quedó nada. Es decir, garantizó ese dinero para que los empresarios lo fuguen y lo manden a sus casas matrices. En lo que va de nuestro gobierno, Alberto (Fernández) les dio 25.000 millones de dólares, les garantizó 25.000 millones de dólares para mandarlo afuera», criticó el funcionario.

En ese sentido, insistió en que el 1º de marzo de 2020 se prometió que se iba a investigar la deuda externa y que, sin embargo, «ahora quien conduce la Argentina es el FMI a través de sus acuerdos, independientemente de si se podía hacer algo mejor, no se revisó una coma de la plata que se llevaron afuera», «Porque si pedimos plata y se construyen universidades, escuelas, canales, rutas, hospitales, yo estoy dispuesto a pagar, todos estamos dispuestos. Eso no pasó y, en función de ello, esta economía bimonetaria, en la que pensamos en pesos, pero las ganancias son en dólares, nos está llevando a la ruina».

«El ejemplo es que empezamos diciendo que vamos a investigar la deuda y terminamos, no solamente pagando, porque es inviable, impagable el acuerdo al que se llegó, y entonces vienen por nuestros recursos naturales. Soy muy pesimista en términos históricos sobre como termina todo esto, salvo que haya una gran movilización popular que frene los condicionamientos externos al desarrollo soberano de nuestro país».

En ese punto Klejzer es contundente y asegura que más del 80% de las bases del Frente de Todos están en contra del ajuste y del FMI. «Pero nos están vendiendo que es lo único posible y, a nosotros, los posibilismos siempre nos han llevado a la derrota. Las veces que pudimos hacer cosas interesantes en nuestro país es cuando nos animamos a tocar ciertos intereses y privilegios… Muy pocas épocas en el país, pero fue así».

«No se puede gobernar la Argentina sin la gente en las plazas«

Sobre el cierre de la entrevista con este medio, Klejzer se refirió al intento de magnicidio contra Cristina Fernández y enumeró una serie de elementos que se conjugaron y que deben ser investigados sin medias tintas. «Lo ocurrido es de una extrema gravedad, es un muy delicado problema institucional que alguien intente matar a una vicepresidenta… Entonces, en forma desapasionada pregunto ¿dónde está la calidad institucional de la que tanto le gusta hablar a la derecha a la hora de las inversiones y de garantizar los ciclos de dependencia?»

«Han menospreciado tanto la calidad democrática en este país que hoy tenemos grupos minúsculos de derecha armados por ahí, conspirando para matar gente, una locura… Y después tenemos los medios de comunicación hegemónicos diciendo toda una sarta de mentiras, el lawfare, generando una situación de democracia paralela. Ahora también funcionó en el 2019 y no pudieron, la gente terminó echando a Macri (Mauricio), a Vidal (María Eugenica) y a Trump (Donald). Fue la primera derrota de Trump en la región… Es decir genera condiciones, no es determinante, pero el lawfare genera condiciones. Ahora, yo utilizaría otras estrategias, yo sacaría la gente a la calle, no la guardaría. No se puede gobernar la Argentina sin la gente en las plazas… Es imposible, porque el poder concentrado y saqueador que conspira todo el tiempo es más fuerte que el Estado Nacional».