Con la devaluación como punto de partida y el alza del valor del barril Brent el precio de los combustibles se dispararon y en las principales petroleras del país, el mes de abril cerró con un alza de entre 4 y 6%. Sin embargo, estos números están por debajo del alza del dólar y del barril, por lo que se esperan nuevos aumentos. Mientras los precios suben, el consumo de nafta baja, especialmente el de premium.
Según un informe elaborado por el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz, de las cinco principales ciudades de la provincia de Santa Fe, el mayor precio de nafta se encuentra en Venado Tuerto, donde el litro de «super» cuesta en promedio $46,81 y «premium» $52,43. La ciudad que tiene el mayor precio promedio del gasoil común es Rafaela donde el litro cuesta $42,90 y Venado Tuerto el de «premium» $50,37.
Esto se debe a que, desde diciembre del 2015, en las ciudades de Santa Fe y Venado Tuerto se registraron los mayores aumentos de nafta «super».
En tanto, durante el 2019, en promedio, los combustibles líquidos aumentaron un 11,6% en la provincia. Es decir, los aumentos en nafta fueron en promedio 10,7%. Mientras que el gasoil, aumentó en promedio 13,3% el común y 12% el «premium».
Asimismo, en el mes de marzo, el consumo de naftas disminuyó un 9% interanual según datos de Ministerio de Energía.
En concreto
En Santa Fe para recorrer 100 kilómetros un camionero debe hoy pagar 240% más que en diciembre de 2015 al cargar gasoil común, $1.056 adicionales.
Hoy en Rosario llenar el tanque de un Bora con nafta «premium» cuesta $2.125 más que en diciembre de 2015.
En Rafaela, un Peugeot llenaba el tanque de nafta «super» en diciembre de 2015 con $878 mientras que llenarlo hoy cuesta $2.798 lo que representa un 219% adicional.
Desde inicios del 2018 el barril de petróleo Brent ha cotizado entre los 50 y 83 USD (línea roja). Sin embargo, en el mismo período los combustibles han aumentado en promedio 89%. Esto se debe a la fenomenal devaluación de peso que acumula un aumento del 140% y a la determinación de política energética del actuar Poder Ejecutivo Nacional de atar el precio en surtidores de combustibles a la cotización externa.
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Este aumento del costo de combustibles tracciona la inflación en los servicios de transporte y es trasladada a los bienes que deben ser transportados.
“La política de dolarización del precio en surtidores brinda riesgo cero para las petroleras y es soportado por los usuarios, quienes reciben el impacto de los vaivenes del barril internacional y de las devaluaciones”, menciona el informe del Ceso.
El hecho de que el barril de petróleo en pesos haya aumentado más que la nafta indica que las petroleras intentarán recuperar el terreno perdido mediante nuevos aumentos. El único factor de contención del precio de los combustibles continúa siendo la caída en el consumo.
