La Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe) presentó su informe de junio en el que describe como “generalizada y notoria” la caída de la producción industrial en la provincia.

El estudio da cuenta de que la producción se contrajo en junio un 7,8% interanual, acumulando en el primer semestre una disminución de 0,4% en relación al mismo período del año anterior.

De acuerdo al informe de Fisfe, entre el cuatro trimestre de 2015 y el mismo período de 2017 se verificó una reducción de al menos 1.781 trabajadores asalariados en el sector privado, cifra equivalente a una reducción de 1,4%.

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Los sectores relevados que sufieron caídas son: procesamiento de semillas de soja (-12,5%), productos químicos (-10%), caucho y plástico (-11,1%), minerales no metálicos (-2,9%), vehículos automóviles (-20%) e industria metalmecánica (-8,7%).

El 54% de las actividades fabriles disminuyeron su nivel de ocupación en 5.215 asalariados, mientras que el restante 46% incorporó +3.434 asalariados. Veinte actividades redujeron su plantel de asalariados por encima del 10% de su dotación total.

Entre el cuatro trimestre de 2015 y el mismo período de 2017, 20 actividades redujeron su plantel de asalariados por encima del 10% de su dotación total.

Las exportaciones de manufacturas con origen en Santa Fe, tanto agropecuarias como industriales, generaron en el primer cuatrimestre de 2018 el 90% del total de exportaciones santafesinas.

“La recesión en la industria se fundamenta en el deterioro del poder adquisitivo tras la depreciación de la moneda nacional (impulsa los costos y reduce el consumo masivo), las restricciones crediticias y altas tasas de interés (coarta la comercialización de bienes durables), las continuas subas de tarifas de servicios (incrementa los costos de producción), y el mayor volumen de productos importados (comprime el tamaño del mercado interno)”, indica el informe.

Desde la Federación Industrial de Santa Fe, señalaron que las expectativas para el tercer trimestre de 2018 son mayormente negativas: el 87% de las empresas no prevé una mayor demanda interna, el 86% no espera incrementar el uso de la capacidad utilizada, el 66% no aguarda incrementar sus exportaciones, y el 90% no vaticina mayores horas de trabajo.