El intelectual francés Thomas Piketty, gran teórico de la desigualdad, es considerado como uno de los economistas más influyentes de su generación.

En su último libro “Capital e ideología” propone un “socialismo participativo” para “superar el capitalismo y la propiedad privada”.

Piketty, de 48 años, fue visitado por el presidente Alberto Fernández durante su gira europea a principios de año, en la Paris School of Economics, donde dirige el Laboratorio Mundial de la Desigualdad.

Con su obra “El capital en el siglo XXI” (2013), de enorme éxito de ventas, el intelectual francés ya contribuyó a colocar en el centro del debate las desigualdades crecientes de renta y patrimonio.

Este martes fue entrevistado en el programa Brotes Verdes que se emite por la señal de noticias C5N, en el que se explayó sobre algunos de sus análisis y propuestas, en especial ante el advenimiento de una crisis económica global derivada de las medidas de confinamiento para evitar el avance de la pandemia.

“En países con grupos socioeconómicos pobres va a hacer falta todo un set de nuevas políticas sociales, fiscales, de vivienda, si no tienes sostén adecuado para los más pobres es imposible tener un aislamiento. Lo correcto para hacer frente al virus es acelerar el desarrollo del estado de bienestar en países donde no está en su lugar y no tienen red de seguridad social”, expresó Piketty.

El economista aclaró que no es el caso de Argentina sino de “países como India, o en África Occidental, que no tienen nada de eso”. “Pero incluso en Argentina y en Europa occidental, la seguridad social tiene limitaciones. Ahí es donde los gobiernos tienen que actuar rápido. Es mejor enfocarse primero en transferencias sociales, basadas en emisión de deuda o impresión de dinero, y recién después (seis meses o u año) modificar el sistema impositivo, por ejemplo para que los billonarios paguen más”.

En tanto, si bien consideró que la situación derivada del Covid-19 “es algo nunca visto y nuevo”, se pueden “extraer enseñanzas de la experiencia pasada”.

“Como criterio general ante crisis de deuda, hay gente que trata de hacernos creer que haciendo ajustes es la única forma de repagar, pero no es verdad, la forma de enfrentar la crisis es otra. Por ejemplo con un impuesto progresivo a la riqueza, hay varios ejemplos: después de la Primera y de la Segunda Guerra Mundial, un modelo exitoso es el de Alemania, que no quería caer en inflación de nuevo entre 1948 y 1952 porque había sido muy dañino para los pobres, la clase media y el país en general. Inventaron un impuesto que era bruscamente progresivo sobre la riqueza e incluía todos activos financieros sin exenciones, porque si empezás con exenciones todos tienen razones. El impuesto llegaba en casos al 50%, en Japón llegó al 80% porque contribuyó a que estos países se deshicieran de deudas realmente dañinas y haya podido invertir en subsidios para su población, en infraestructura, educación, salud”, detalló el economista filomarxista francés.

No obstante, aclaró que “ahora es diferente” ya que “la crisis es diferente”.

“No digo que hagamos lo mismo, pero es importante tomar precedentes históricos porque es una tentación pensar que no es posible y la verdad que no hay una sola manera de resolver para un país como Argentina, es más difícil porque hace falta formar coaliciones con otros países para tener mejor intercambio de información sobre activos extranjeros”, enfatizó.