Osvaldo Marasco, ex candidato a intendente de Ituzaingó por Cambiemos en el 2015, denunció ante el juez federal Sebastián Casanello el mecanismo de cenas truchas que se realizaba en la previa a las elecciones con el objetivo de “blanquear” los aportes de empresarios del ámbito privado que no querían aparecer como donadores.

“Nos entregaban un sobre con plata para que nosotros entreguemos a cada Fiscal de Mesa. La suma que nos entregaban en sobre era $500 que consistía en $400 para el fiscal y $100 para comida para cada uno de ellos. El dinero en sobre nos lo entregaban por lo general en la calle Libertador 174 de Vicente López, provincia de Buenos Aires, que era un búnker privado de Jorge Macri”, sostuvo bajo juramento.

En ese mismo lugar la entonces candidata a gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, tenía una oficina junto a Federico Salvai, actual jefe de gabinete de Buenos Aires. De acuerdo a lo que apuntó, era César Torres, diputado provincial por Cambiemos, el que les entregaba los sobres en esa oficina. El diario Tiempo Argentino, que accedió a la declaración, informó que por sobre se les entregaba $500.

“El resto de material de campaña que mencioné, como folletos y otras cosas, nos lo entregaba en la calle Balcarce 412 de esta Ciudad, que allí es donde funciona la Fundación Pensar. A Balcarce fui más de 15 veces y a Vicente Lopez fui unas ocho veces mínimo. Allí también había reuniones políticas y algunas veces en Balcarce 412 estaba Marcos Peña, Fernando De Andreis, Julio Riera, Sergio Bergman y muchas otras, pero cuando buscaba material me lo entregaban en el subsuelo y eran distintos empleados comunes que no sé sus nombres”, aportó.

Lo cierto es que con la intervención de Stornelli, la Justicia se encuentra investigando irregularidades en los aportes de las campañas de Mauricio Macri (2015), Elisa Carrió (2015) y en las últimas elecciones legislativas en provincia de Buenos Aires por asociación ilícita, lavado de activos y falsedad ideológica.