La decisión del presidente de la Nación, Mauricio Macri de trasladar hasta el 2017 la modificación en las escalas del Impuesto a las ganancias generó la reacción de sindicalistas, políticos y tributaristas.

Por su parte, el secretario general de la CGT Azopardo, Hugo Moyano, señaló que el presidente “no está cumpliendo con las promesas que asumió” antes de las elecciones.

El líder cegetista sostuvo que “ya existen distintos proyectos de ley para realizar cambios en los escalafones del impuesto. Se discutirá en el Congreso, porque el Congreso no se convertirá en una escribanía”, agregó. Más allá de que ese sea el espacio de discusión, las críticas se centraron en las demoras por iniciar el debate. Moyano consideró que no modificar las escalas sería “mantener una injusticia de la que entendíamos que este gobierno quería salir”.

A la crítica se sumó el diputado nacional Carlos Heller, quien manifestó que “entiendo que el Poder Ejecutivo no tiene intenciones de modificar más de lo que ya ha modificado –en referencia al aumento en el mínimo no imponible– y lo que ha hecho, a mi juicio, además va a generar un gravamen en las remuneraciones de una cantidad importante de gente que hasta ahora no lo tenía”, afirmó el diputado por la Ciudad de Buenos Aires.

Por otra parte, “el anuncio que se ha hecho, tal cual ha sido dicho por el Presidente y lo ha explicado el director de la AFIP, va a significar que muchísima gente que estaba exceptuada del pago del Impuesto a las Ganancias va a comenzar a pagar y se va a dar cuenta cuando reciba el recibo de sueldo del mes de marzo”, agregó el legislador porteño.

Heller recordó también que ahora quedarán alcanzados los trabajadores que se encontraban exentos por decreto 1242 que regía desde el 2013.

También sumó su malestar el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, que fue duro con Macri y se mostró disconforme.

Massa afirmó que desde su espacio se propone «escalas por ley y terminar con esto de que cada Presidente decide hasta donde le roba un poco a los trabajadores».

Finalmente consideró que el anuncio del aumento del mínimo no imponible que realizó el Presidente «tiene sabor a poco».

Además, se sumaron a las críticas distintos tributaristas que alertaron también sobre el efecto de aumentar el mínimo no imponible de Ganancias sin una actualización de las escalas. “A simple vista lo de ayer es un paliativo para 2016 y recién en 2017 se encararía una reforma integral.

Si hubiera un 30 por ciento de aumento de precios y salarios, a fin de año estamos igual que hasta ahora en términos del pago del impuesto”, señaló Jorge Gebhardt, quien consideró que esto sólo servirá para ponerle un techo a las paritarias.

Por su parte, Jorge Rodríguez Córdoba sostuvo que “no cambiar la escala es un problema en sí mismo”. “El cambio en el mínimo es un parche, pero no es la solución definitiva y en poco tiempo se volverá a complicar”, aseguró. Según detalló, “el aumento de las paritarias va a comer el cambio en el mínimo si no hay otras modificaciones, aunque en los primeros escalones salariales haya alguna mejora”. César Litvin indicó que “el Congreso debe tratar el cambio en las escalas porque si no la paritaria evaporará la suba del mínimo, que fue un calmante”.