Tras la comunicación del porcentaje de movilidad jubilatoria, quedó conformado el nivel con el cual se ajustarán los ingresos brutos límite para cada categoría del monotributo, a tener en cuenta al momento de la próxima recategorización que deberá aplicarse desde enero de 2023.

Con los índices de movilidad de las prestaciones de la ANSES del segundo semestre se acumula una suba del 33,57%, producto de los aumentos de 15,53% en agosto, y 15,62% de noviembre.

Este monto deberá aplicarse a los valores actualizados a julio, en ocasión del último aumento de límites dispuesto con la sanción de la ley 27.676 de Alivio fiscal a Monotributistas y Autónomos.

Con estos cálculos, los límites de facturación para locación y prestaciones de servicios quedan establecidos en $5.649.259,13 (categoría H), luego teniendo que pasar al Régimen General, y para venta de cosas muebles es de $8.039.330,30 (categoría K).

La suba anual del límite de facturación solo fue más alta que la inflación en las categorías más bajas (A, B y C), las que habrán mantenido los límites en términos reales, o habrían tenido alguna mejora, al comparar esas variaciones de 114,39% contra la inflación con que cerrará el 2022.

Para el resto de las categorías, es marcada la inequidad en el sentido que tienen un ajuste de la facturación de 72,44% o 93,42% anual (solo en el caso de la D) contra una inflación estimada por el REM en octubre de 100%.

Esto se traduce en casi 30 puntos porcentuales de diferencia, que hará que los contribuyentes suban de categoría por el mero efecto inflacionario, cuando en términos reales no tuvieron una mejora.

Si bien el monotributo pierde vigencia el 01/01/2023, de no mediar sorpresas el Senado convertirá próximamente en ley la prórroga por cinco años, tras la media sanción en Diputados del 16 de septiembre pasado. Junto al monotributo se prorrogarán otra batería de impuestos, entre los que están el impuesto a las Ganancias, Bienes Personales y el impuesto al cheque, que suman aproximadamente el 32% de la recaudación impositiva actual.

La recategorización semestral es la evaluación de parámetros que deben realizar los monotributistas para saber si deben mantener la categoría en la que se encuentran o deben modificarla.

Si esos parámetros superan o son inferiores a los de la categoría vigente, corresponde realizar la recategorización. Entre esos parámetros, uno de los más significativos es el de «ingresos brutos» devengados.

El total de los ingresos brutos devengados de los últimos doce meses debe compararse contra el de la tabla de monotributo.