El Oleoducto Trasandino (Otasa), que vincula Vaca Muerta con Chile y que se encuentra inactivo desde 2006, comenzó con las pruebas necesarias para su rehabilitación, lo que permitiría a comienzos de 2023 sumar el transporte de más de 100.000 barriles de exportación del shale oil neuquino.

La reactivación de este proyecto -declarado estratégico por los gobiernos de Argentina y Chile-, permitirá incrementar la capacidad de transporte del petróleo incremental que se produce en la formación neuquina de Vaca Muerta.

El ducto tiene una capacidad para transportar 17.500 metros cúbicos por día, equivalentes a 110.000 barriles diarios, y desde YPF se trabaja a la par para vincularlo con el oleoducto Vaca Muerta Norte, que irá desde Puesto Hernández hasta Loma Campana.

Para que tenga un funcionamiento a pleno será necesario unir la cabecera con la ventana principal de shale oil ubicada en torno a la localidad neuquina de Añelo, lo que demandará una interconexión de unos 180 kilómetros de nuevo ducto.

Los trabajos de prueba de la cañería iniciados en los últimos días se realizarán en cuatro etapas: la primera va desde Rincón de los Sauces, Puesto Hernández y Pampa de Trill.

De allí se inicia la segunda etapa hasta La Primavera; la tercera va desde La Primavera hasta la estación El Avellano, en Chile, y desde allí el último tramo ya en el vecino país.

Así, el ducto, que nace en el área denominada Puesto Hernández, alcanza a las refinerías de la compañía de energía chilena ENAP, y de allí al puerto de Concepción, abriendo la exportación a nuevos países a través del Pacífico.

Con este objetivo se dio comienzo al reinicio del bombeo que la empresa realiza en vistas al pasaje del Scraper, la herramienta inteligente que tiene la misión de verificar la integridad del ducto hasta donde cubre el territorio provincial.

Este año, Vaca Muerta ya generó 1.500 millones de dólares de exportación, de los cuales 1.250 millones fueron resultantes por los envíos de petróleo y 250 millones de dólares por ventas de gas, por lo que se estima que en breve podrá generar sus primeros 2.000 millones de dólares de exportación.

El sistema se ubica en su cabecera a 649 metros sobre el nivel del mar y a través de tres estaciones de bombeo del lado argentino logra empujar el crudo hasta llegar a los 2.000 metros de altura, atravesando dos ríos.

Luego, el gasoducto desciende abruptamente del lado Chileno, por lo que necesariamente se debe contar con dos plantas reductoras.

El esquema básico se complementa con tanques de cabecera con una capacidad de 34.000 m3 de almacenamiento, y en la terminal de Concepción por unos 150.000 m3, a partir de donde se suma una conexión hacia la terminal marítima portuaria.