La interminable pandemia y las consecuentes medidas restrictivas para tratar de contener la circulación de gente y disminuir los contagios, ponen en jaque a la economía y a cada uno de los rubros, sin excepción, que deben restringir su normal funcionamiento. Tal es el caso de los kiosqueros que, una vez más, volvieron a pedir la extensión horaria para poder trabajar porque señalan que sufren una de las caídas en las ventas “más fuerte de los últimos 5 años”, que ronda entre el 50 y 80%, en el peor de los casos.

Marcos Difilippo, presidente de la Cámara de Kiosqueros de Rosario dijo a Conclusión trabajar con horario restringido, hasta las 20, “genera una caída en las ventas más importantes en los últimos cinco años, hablamos desde un 50% hasta un 80% y pone en una situación crítica al sector que no va a tener otra opción que cerrar las persianas y como consecuencia, muchas familias se queden sin ingresos”.

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En ese marco, la Cámara de Kiosqueros de Rosario volvió a enviar un comunicado a las autoridades del Gobierno provincial para pedir que se les permita extender su horario de funcionamiento hasta las 22. Actualmente, con las últimas restricciones anunciadas, solo pueden trabajar hasta las 20, hora en la que también cierran los grandes supermercados.

“No pedimos trabajar 24 horas, pero sí, bajo protocolo sanitario, poder hacerlo hasta las 22”, señaló y agregó: “También le mandaremos el comunicado al intendente para que acompañe el pedido”.

Y justificando el reclamo, Difilippo dijo que “nos damos cuenta que hasta las 22 las personas siguen circulando con total normalidad por eso este decreto afecta directamente a los kiosqueros y también a los vecinos que tienen que ir a lugares donde hay aglomeración de gente, antes de las 20, para conseguir productos de primera necesidad que los podrían obtener en comercios de cercanía”.

Pero el horario no es lo único que complica su realidad. Los aumentos en los productos no paran y los kiosqueros también lo sienten. “En estos últimos días hemos sufrido una serie de aumentos en casi todos los productos de primera necesidad que comercializamos: Paladini 5%, Leches 5% (1 litro de leche tiene el mismo precio que el 1 litro de nafta), Cañuelas aumentó dos veces en 15 días (10 %), toda la línea Arcor subió 12% y Pepsico un 10%”, enumeró preocupado.

“Estos aumentos, al ser constantes, es imposible que los comerciantes los podamos absorber y lamentablemente se lo tenemos que trasladar a nuestros clientes”, destacó.

A modo de explicación, Difilippo señaló que “cuando hay un aumento del combustible -subió cerca del 5% este fin de semana- nosotros sufrimos cambios en la mayoría de nuestra lista de precios ya que el 90% de los productos que comercializamos se distribuyen en vehículos que utilizan combustible”.

Por último, denunció faltantes en los productos de primera necesidad, sobre todo en aceites. “Los precios que nos llegan son más altos que los que dicta el Gobierno Nacional con Precios Cuidados por lo tanto se nos hace imposible poder competir. Sumado a esto, las grandes distribuidoras nos están obligando a comprar productos que no tienen rotación para poder vender este producto”, describió el referente local y cerró: “Esto afecta directamente al pequeño comerciante ya que no lo paga en un precio razonable para la reventa sumado a que tiene que comprar un producto que no tiene rotación y que va a quedar en el negocio por mucho tiempo”.

Así las cosas, los kiosqueros son otros de los tantos que hoy atraviesan una “situación crítica”.