La actividad económica registró en septiembre una caída interanual del 5,8%, la segunda más alta del año y la sexta consecutiva, con lo que la Argentina entró oficialmente en recesión por segunda vez en la gestión de Mauricio Macri.

Según los datos divulgados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), la actividad registró una contracción del 1,5% en los primeros nueve meses contra igual período de 2017, en un año marcado por la crisis cambiaria, las altas tasas de interés y una fuerte retracción del consumo.

De acuerdo con las cifras del Estimador Mensual de la Actividad Económica (Emae), en septiembre respecto del mes anterior, la producción de bienes y servicios cayó un 1,9%.

El 5,8% de septiembre es la mayor caída del año después de junio, en la que la actividad se desplomó 6,8%, por efecto de la sequía.

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La economía alcanzó así seis meses consecutivos de indicadores negativos y dos trimestres consecutivos con retracción, por lo que técnicamente puede considerarse que ingresó en proceso recesivo, aunque según las proyecciones privadas la tendencia se extenderá.

Esta entrada en recesión es la segunda durante la presidencia de Mauricio Macri, luego de la que se produjo a poco de asumir su mandato, que tuvo una duración de nueve meses entre marzo y noviembre del 2016.

A principios de octubre, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, reconoció que «la economía argentina estará en recesión durante un tiempo» y atribuyó a una serie de eventos, entre los que mencionó la sequía, la volatilidad internacional y la causa de los cuadernos de las coimas.

La rama de actividad con mayor incidencia en la contracción interanual del indicador Emae durante septiembre fue la del comercio mayorista y minorista, que por el derrumbe del consumo cayó un 12,8%.

Le siguió la contracción de la industria manufacturera con una baja del 10,8% en la medición interanual; el transporte y comunicaciones con una baja del 4,6% y los servicios comunitarios y sociales que registró una contracción del 4,3%.

También registraron bajas la actividad de hoteles y restaurantes de un 4,2% y la industria de la construcción con un 2,9%.

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Fueron más leves las caídas registradas en la explotación de minas y canteras y la administración pública con una baja del 0,6%.

En contraposición, mostraron indicadores positivos la industria de la pesca con una suba del 2,8%, seguida por la actividad de bancos e intermediación financiera con un 2,7%, la agricultura, ganadería y pesca con una suba del 2,2% y la enseñanza que mejoró en octubre 1,2%.

Los servicios de salud aportaron al nivel general una leve suba del 0,6% mientras que la actividad inmobiliaria lo hizo con un 0,14%.

Por otra parte, la balanza comercial arrojó en octubre un saldo favorable de US$ 277 millones, pero marcó un déficit de US$ 6.175 millones en los primeros diez meses del año, según las cifras que también publicó este viernes el Indec.

Las exportaciones llegaron en octubre a US$ 5.354 millones y crecieron un 1,4% en forma interanual, mientras que las importaciones totalizaron US$ 5.077 millones, la cifra mensual más baja del año, con una caída del 18,2% en la misma comparación.

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Estas cifras ilustran el pronunciado deterioro económico, en plena recesión, por lo que se estima que las mediciones siguientes, correspondientes a octubre, noviembre, y el verano, en el que la actividad de por sí suele bajar, sean aún peores.

Así, 2018 cerrará con resultados magros para el gobierno, que espera que el parate dure lo menos posible y aguarda un «rebote» cuanto antes en 2019, algo difícil de vislumbrar con las tasas de interés actuales del Banco Central de la República Argentina (BCRA).