La construcción, uno de los sectores claves de la economía argentina, se frenó con todo en diciembre, en medio de los anuncios de ajuste que hizo el nuevo presidente Javier Milei.

La parálisis ya se nota en distintas obras privadas y, por supuesto, en la obra pública, sobre todo en el conurbano y el interior del país.

El Índice Construya, que mide la evolución de los volúmenes vendidos de productos para la construcción, registró un fuerte descenso del 14,8% desestacionalizado mensual. Además, se ubicó 17,4% por debajo de diciembre de 2022.

De esta forma, el acumulado de enero a diciembre cerró 7,9% por debajo del mismo período del año anterior.

«En el Índice de diciembre, que muestra el balance de cierre del año, se ve que continúa en descenso la venta de materiales para la construcción. Esto es producto de la incertidumbre asociada al cambio de Gobierno, algo que es probable que persista durante el verano», explicaron quienes elaboran este índice clave para medir la temperatura de la actividad económica.

Es que el índice mide la evolución de los volúmenes vendidos al sector privado de ladrillos cerámicos, cemento portland, cal, aceros largos, carpintería de aluminio, adhesivos y pastinas, pinturas impermeabilizantes, sanitarios, calderas y sistemas hogareños y centrales de calefacción, grifería y caños de conducción de agua, pisos y revestimientos cerámicos.

Todos estos materiales son centrales en la actividad. La caída en sus ventas preanuncia una parálisis cuya duración es difícil de proyectar, según los principales referentes del sector.

El INDEC difundirá recién la semana próxima el índice de actividad de la construcción. Pero la información que proporcionará reflejará las ventas de noviembre, antes de que asuma el nuevo Gobierno y de que empiece a quedar claro que se viene un ajuste de alto impacto.