Este jueves se conocerá la nueva lista de Precios Cuidados. La cantidad de productos se reducirá de 512 a 300. También se supo que tendrá un aumento de los precios que promedia el 7%. Estará vigente hasta abril y se enfocará en los hogares de menores ingresos.

Sin embargo, a poco de recorrer la ciudad, se advierte que hay una marcada diferencia de precios en un mismo producto que a veces alcanza el 60% o más, según adonde se lo compre. Abrir bien los ojos y recorrer es la alternativa que se presenta ante un panorama tan dispar e incomprensible.

Artículos de primera necesidad, como la carne da un indico más que evidente cuando se paga por el vacío de novillo $135, y a pocas cuadras casi el doble, $219 pesos.

Hay barrios de Rosario, que con solo una cuadra de diferencia se puede comprar verduras con diferencias que oscilan entre un 57% más o un 33% menos en el caso de las frutas.

Las bebidas alcohólicas denotan una variación más marcada aún, ya que un mismo producto puede presentar diferencias que van desde el 41% o 37% e incluso hasta un 60% tomando un valor estimativo base.

El papel higiénico, se paga en un minimercado $40 y en otro negocio de las mismas características $35, un 15% más barato.

Distintas ONG, que expresan los intereses de los consumidores, fueron categóricas y coincidieron que a mediados de noviembre comenzó a registrarse una marcada disparidad de la mayoría de los productos que son de consumo masivo.

Otro de los aspectos que destacan desde esos organismos, es que no se exhiben de precios y que poco ha hecho el nuevo Gobierno en este sentido.

Según algunas observaciones que presentaron, las remarcaciones se realizaron antes de la liberación del dólar que generó la devaluación anunciada por el ministro Alfonso Prat Gay.

Los aumentos comenzaron durante la campaña, poco antes de realizarse los comicios del 22 de noviembre, especulando desde los comercios con un dólar más alto.

Por lo pronto, nada se escuchó por parte de las autoridades de considerar los incrementos registrados y de como se llegó a esta timba en la que se juega con las necesidades de la población.

A pesar de que el Gobierno no se manifestó en este sentido, el único compromiso que asumió fue garantizar que los productos que se darán a conocer mañana, estarán en góndolas.

La actitud más preocupante, según algunos analistas «la protagonizó el ministro de Hacienda y Finanzas el mismo día que anunció la devaluación, cuando fue consultado acerca de los aumentos de noviembre y de que forma pensaba abordarlos». Ese día, el funcionario respondió que fue durante «otro gobierno» cuando se registraron los incrementos «como si la responsabilidad institucional hacia los ciudadanos -dijeron fuentes consultadas por Conclusión- no fueran obligación del Estado sino de las personas».