El ex ministro de Economía Roberto Lavagna aseguró hoy que no será por la vía del ajuste ni del endeudamiento que la Argentina resolverá sus problemas económicos sino sólo con crecimiento y para eso debe «poner en marcha la maquinaria» del consumo y la inversión.

«La economía argentina está en el décimo año de estancamiento», dijo el economista que milita en las filas del Frente Renovador y aseguró que por la proyección de los números que está analizando, el 2017 también terminará con la actividad económica a la baja.

Dijo que en el primer período presidencial de Cristina Kirchner (2007-2011) la tasa de crecimiento ya había pegado un bajón muy fuerte desde el 7,5% a un poco menos del 4% y en el segundo período el estancamiento fue total, con cero por ciento.

Ahora, ya con la administración de la alianza Cambiemos que lidera Mauricio Macri, en 2016 hubo crecimiento negativo en términos per cápita en torno del 2%, un escenario similar al que se registrará este año.

Entonces, dijo, lo que existe es un tobogán que comenzó en el 2008 y que ha continuado a pesar del cambio de políticas y plantea el desafío central que hoy existe en la sociedad argentina: cómo quebrar esa tendencia.

«Diez años es mucho tiempo en la vida de una sociedad y mucho más de las personas, por lo que se necesita quebrar esa tendencia para comenzar a crecer pero no al 1 o 2 por ciento que es poco sino a una tasa fuerte», dijo Lavagna.

Consideró así que ese el desafío central del país y del cual depende que se arreglen gradualmente problemas como el desempleo, el déficit fiscal, el endeudamiento: «Todo depende de que seamos capaces de poner en marcha la maquinaria».

El exministro de Economía dijo que tal como lo explicó en 2002 cuando asumió en la presidencia de Eduardo Duhalde, «sólo por la vía del crecimiento se resuelven los problemas» económicos de la Argentina.

Recordó Lavagna que su gestión inició con un rojo fiscal equivalente a 3 puntos porcentuales del Producto Bruto Interno y terminó con Néstor Kirchner con un superávit histórico de 4,5 puntos porcentuales respecto de lo que la Argentina produce.

Opinó el economista que a partir de un determinado nivel de déficit o de desempleo (como los actuales) no es con políticas puntuales y correcciones menores o bajando salarios y jubilaciones que se va resolver el tema.

El ex ministro negó que esos resultados se hayan logrado por los precios de las commodities o porque socios comerciales clave como Brasil y China hayan estado marcando un camino de creciendo de tasas altas.

Indicó que la salida de la Argentina de la hipercrisis de 2001 se hizo con la soja en valores de 218/220 dólares la tonelada, un nivel que se mantuvo hasta enero de 2007 cuando el valor de la oleaginosa se ubicó en 245 dólares.

«A partir de ahí sí hubo una suba fenomenal del precio de la soja con picos de 600 dólares la tonelada. De esta manera, el precio de las commodities no tuvo absolutamente nada que ver con la recuperación, la salida de la crisis», dijo.

Contraatacó de esa manera a «ese invento que han hecho algunos analistas del Fondo Monetario Internacional y del sistema internacional que tienen que justificar de alguna manera todos los errores que cometieron con la Argentina».

Lavagna pidió pensar que en la actualidad los precios de los commodities están en niveles muy altos, con la soja a 340 dólares la tonelada mientras que otros se ubican en casi el doble del nivel de la crisis de 2001-2002.

Para poner en marcha la maquinaria, dijo el economista que el consumo no puede ser ignorado y se debe entender que sin inversión se termina en un proceso de inflación.