Por Facundo Díaz D’Alessandro

La firma agrofinanciera BLD, una de las más grandes del país en términos de corretaje de granos y con epicentro en Rosario, a la par de ser una de las sociedades de bolsa líder fuera de Buenos Aires, atraviesa un momento crítico por estas horas, en las que evalúan desprenderse de la empresa o directamente el ingreso a concurso de acreedores, con despidos masivos (que ya comenzaron).

La compañía, con oficinas ubicadas en Puerto Norte, tiene una grave situación financiera y ante la salida de algunos asociados y la falta de recursos para afrontar sus obligaciones, este viernes la crisis de liquidez emergió a la superficie puertas adentro, algunos empleados comenzaron a recibir la noticia y la delicada actualidad quedó expuesta.

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Se viven horas de extrema zozobra entre los 300 trabajadores de BLD en Rosario (además de alrededor de otros 200 empleos «indirectos» que dependen de la firma), jaqueados por la incertidumbre del ingreso a concurso de acreedores y clientes, con lo cual el temor a una cesantía se les presenta inexorable.

Respecto a los proveedores y clientes afectados, en general productores agropecuarios, según pudo saber Conclusión de fuentes internas de BLD, se habla de una deuda de entre 50 y 70 millones de dólares.

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A la hora de ponderar las razones de la «debacle», algunas miradas apuntan a BLD pigs, el segmento de operatoria de cerdos de la compañía, del cual se alejaron en el último tiempo asociados. Se habló del arribo de Lartirigoyen S.A, con lo que se esperaba un aporte de liquidez, lo cual finalmente no se concretó y la situación ya fue insostenible.

Lo cierto es que BLD tenía muchos títulos que se desplomaron en las últimas semanas, con lo que también fueron víctimas de los vaivenes de la economía doméstica, tan expuesta financieramente (derrape de cotizaciones de bonos, a los que se apela generalmente para «cubrirse» en operaciones de futuros, el ‘reperfilamiento’ de letras, la brusca devaluación y la nueva escalada de las tasas).

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En el mercado (especialmente a nivel local) la noticia cayó como una bomba, por la magnitud de la firma (comercializa alrededor de 5 millones de toneladas por año) y las implicancias que pueda tener en distintos negocios e intermediaciones en curso.

La empresa de agronegocios tiene 20 años, y de un tiempo a esta parte había experimentado una expansión vertiginosa, tras la cual aglutinó acopios, agencia de Bolsa, SGR e insumos, la cual fue auspiciada principalmente mediante ingresos provenientes de la operatoria financiera, de la cual se volvió dependiente y, con la crisis local, se la «llevó puesta».