Por Aldo Battisacco desde Buenos Aires

Luego, de que el presidente, Mauricio Macri, recibiera por sexta vez a la Mesa de las Carnes y anuncie una baja de las retenciones a las exportaciones del 50 por ciento, llevando del 10 a 5 por ciento la los derechos que hoy pagan los cueros para ser exportados sin ningún proceso, el presidente de la Cámara Industrial de las Manufacturas de Cuero y Afines (Cima), Ariel Aguilar, afirmó que «este anuncio es otro golpe más para la industria del cuero, bajar las retenciones al cuero es permitir que más cantidad de cueros se vayan de nuestro país sin ningún valor agregado», y lo más grave es que «la industria del cuero cerró 50 fabricas y despidió a 2500 trabajadores».

Ariel Aguilar – Presidente de Cima

Aguilar explicó a Conclusión que la decisión de las autoridades «primariza aún más la economía, sólo beneficia al sector ganadero y perjudica a toda la cadena de valor del cuero, amenaza aún más a miles de puestos de trabajo de curtiembres, manufacturas y calzado».

Según el último informe de la Cámara Industrial de las Manufacturas del Cuero, en el que expusieron que la capacidad instalada del sector se encuentra en «un 60 por ciento,  y que se perdieran 2.500 empleos», se agregó «el cierre de más de 2 años, producto de la caída de las ventas y el aumento exponencial de las importaciones», describió el dirigente sectorial.

Otro dato preocupante del informe indicó, que el último relevo de coyuntura económica de la Cámara Industrial de las Manufacturas del Cuero, en la Feria Cemca 81, el 80 % de las empresas de marroquinería manifiestan haber tenido caídas en las ventas «del orden del 15 por ciento durante el año 2017, y no piensa contratar personal durante 2018».

«Los números del estudio son el resultado de una encuesta que incluyó a comerciantes de marroquinería y calzado que revelaron una caída del 10 por ciento en las ventas en el último año», precisó Aguilar.

Finalmente, desde Cima interpretaron que en este contexto económico «el golpe de la baja de retenciones al cuero impacta mucho más fuerte», porque “si el cuero se exporta crudo o salado no sólo perjudica a las curtiembres sino que fundamentalmente perjudica la industrialización de manufacturas de cuero y calzado, ya que al quedar menos cueros suben los valores”, concluyó el dirigente empresario Ariel Aguilar.

Se profundizó la crisis

A comienzo de octubre del año pasado, la base de datos de Cima, registró el ingreso de 27.327.506 productos derivados del cuero durante la primera mitad del año, contra los 19.306.009 que constataron durante el mismo período de 2016.

En ese entonces, Aguilar advirtió que «el sector continúa con una caída en las ventas de un promedio del 20 al 25 por ciento» y «el uso de la capacidad instalada en un 65 por ciento», para luego precisar que «los ingresos del periodo enero/agosto 2017 fueron un 9 por ciento menores, 7 millones de dólares menos que igual periodo 2016»,

Y remató diciendo que esto confirmaba «la continuidad de maniobras de subfacturación», expresó un estudio revelado por CIMA, desde donde sostuvieron que «no sólo a los productores locales pierden, sino también al Estado, que deja de percibir los impuestos correspondientes».

De esta manera la industria marroquinera se sumó, a la industria manufacturera, con una perdida de más de 66 mil puestos de trabajo desde que Mauricio Macri asumió la presidencia de la Nación.