El economista Orlando Ferreres dijo hoy que la inflación podría subir hasta el 40 por ciento en tres meses si el próximo Gobierno decide elevar el precio del dólar a 15 pesos.

Señaló que si sacan el cepo cambiario el precio del dólar «aumentará» porque si lo dejaran en los niveles actuales, todo el mundo saldría corriendo a adquirir billetes verdes «y ya no quedaría nada en el Banco Central».

«Supongamos que el dólar se fuera a 15 pesos, significaría una devaluación del 50 por ciento y cada diez puntos porcentuales de depreciación del peso significa una inflación de 3,5 por ciento», explicó el economista.

Por ello, si la devaluación fuera del 50 por ciento, el impacto en los precios se ubicaría en torno al 15 o 16 por ciento extra en unos tres o cuatro meses, lo que se sumaría al 25% de inflación ya existente.

Según Ferreres eso debería ser compensado con subas salariales en torno al 40 por ciento, por lo que de no ser así la situación provocaría «reacciones» por parte de los trabajadores que verían afectados sus ingresos.

Indicó el economista que también hay que tener en cuenta que con un nuevo Gobierno podría haber suba de tarifas y otras cosas que también se quieren «alinear», lo que tendrá efectos alcistas sobre el costo de vida.

Recordó que en 2002, cuando el ministro de Economía era Roberto Lavagna, hubo una devaluación pero en paralelo se dio una rebaja del 66 por ciento en dólares de las tarifas de servicios básicos como el agua, la energía eléctrica y el gas.

«Pero ahora es al revés, estamos en el peor de los mundos. Hay que elevar el tipo de cambio y al mismo tiempo incrementar las tarifas en dólares por lo que la situación es mucho más difícil«, analizó.

Evaluó Ferreres en declaraciones a Radio Mitre que aproximadamente el 30 por ciento de los productos con componentes importados ya está «dolarizado» al nivel del contado con liquidación (14,12 pesos).

«Pero queda un 70 por ciento de productos. Y el mayor impacto (de la suba de precios) se va a sentir en los rubros de alimentos y textiles y todo ese tipo de cosas que son muy fuertes en el consumo familiar«, dijo el economista.

Al evaluar plazos, Ferreres dijo que a la economía le llevaría «aproximadamente unos tres meses» reubicarse a los nuevos valores «del impacto final» de una devaluación del 50 por ciento sobre los precios domésticos.