En lo que va del tercer trimestre de 2019, la cantidad de población urbana que vive en lugares donde padecen hambre o inseguridad alimentaria severa se incremento a 9,3% del 7,9% medido en 2018. En tanto, la inseguridad alimentaria en total se incrementó al 22,2% al 2019 en todo el país en comparación con el 20,2% medido en  2018. Estos datos se desprenden de la encuesta del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina que fue presentada el pasado viernes por el director del Instituto, Agustín Salvia al presidente electo Aníbal Fernández y el futuro ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, en la reunión por el Consejo de la lucha contra el Hambre.

En términos técnicos inseguridad alimentaria severa indica“la percepción de experiencias de hambre por parte de alguno de los adultos o niños por problemas económicos durante los últimos 12 meses”. Y define a los hogares que experimentaron situaciones de hambre porque no hubo suficiente dinero para comprar alimentos en el último año.

Lo más preocupante es que la encuesta  también reveló  una curva ascendente desde el 2017 hasta ahora. En ese momento la inseguridad alimentaria severa era del 5%, en 2018 se incremento a 6% y este año llegó al 7,4%. 

El informe de la UCA también detallaque la inseguridad alimentaria se disparó en mayor medida en los niños de 0 a 17 años: pasó del 29% en el 2018 al 30,1% en este año. Y la inseguridad alimentaria severa, es decir los chicos que padecieron hambre de verdad fue del 12,7% en 2018 y del 14,1% en 2019.

En declaraciones a la prensa, Juan Ignacio Bonfiglio, uno de los coordinadores de la encuesta remarcó: “Está claro que este año se agravó la situación de inseguridad alimentaria por el aumento de los precios, el impacto de la inflación en los salarios a pesar de que hubo cierta contención de los comedores escolares o merenderos en aumento”.

Salvia llevó este trabajo a la reunión del Consejo del Hambre para que Fernández tenga un panorama bien realista de lo que se encontrará a la hora de establecer políticas sociales de lucha contra la pobreza. Así, destacó que el aumento de la inseguridad alimentaria severa se registró, según el sondeo del Observatorio de la Deuda Social, este año con mayor énfasis en los hogares del conurbano bonaerense fue del 7,9% en el 2018 y este año fue del 9,3%, mientras que en la Ciudad de Buenos Aires fue del 1,6% al 2,4% este año y en el resto urbano pasó del 6,8% al 7,6%. Bonfiglio explicó que si bien el conurbano bonaerense es el lugar donde más creció el hambre de los hogares vulnerables en ciudades como Córdoba, CABA, Tucumán, Mendoza y Rosario también se evidenciaron picos de aumento importantes.

Otro punto importante que pone de manifiesto la encuesta es que la inseguridad alimentaria severa impactó fuertemente en hogares donde hay trabajadores marginales.

La encuesta será presentada formalmente en su totalidad en diciembre. Se hizo sobre 5.800 casos en aglomerados urbanos con más de 80.000 habitantes.