Desde la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME) manifiestan su alarma por las fuertes alzas en los precios dispuestas por el Gobierno entre diciembre de 2017 y estos primeros días de 2018. «Los incrementos aumentarán los costos en las cadenas de valor, lo que afecta mayormente a las empresas más chicas, sin espaldas financieras para afrontar una continua pérdida de capital de trabajo. Además que la reciente suba del dólar produce remarcaciones preventivas en los principales rubros» expresan a través de un comunicado.

Por otra parte, el alza de los precios como el transporte, tarifas de electricidad y gas, combustibles, telefonía móvil,  peajes, medicina prepaga, medicamentos y otras áreas sensibles, agrava el estancamiento en las ventas de las Pymes a causa del creciente deterioro del poder adquisitivo en el mercado interno, que es la principal fuente de ingresos de estas empresas, remarca Apyme, a la vez que señala que ante esa situación, las únicas medidas del Gobierno para atacar la inflación siguen siendo «las altas tasas y la apertura importadora, la tasa de interés de más del 28% no ha logrado bajar la inflación según las metas propuestas por el propio Gobierno; en cambio, hace inviables las inversiones productivas y agrava el ahogo financiero de las Pymes».

Y puntualizan: «Por la apertura importadora, que afecta a la producción fabril local, el pasado mes de noviembre de 2017 se produjo un déficit comercial 1.541 millones de dólares, con un aumento de más del 30 por ciento de importaciones y una caída de 5% de exportaciones. El acumulado de los últimos 11 meses, de 7.656 millones, es más alto de la historia. Es  decir, no sólo aumenta la inflación, sino que quedan fuera de competencia las Pymes,  la producción local y las economías regionales».

Al mismo tiempo, que indican que el esquema tributario profundiza su regresividad, «Mientras que cobran mayor peso los impuestos al consumo, bajan las retenciones a la exportación sojera y disminuye la tributación por bienes personales.  De este modo se consolida un esquema de distribución del ingreso que significa una continua transferencia de recursos desde las Pymes, los trabajadores y los sectores más vulnerables hacia los núcleos concentrados de la economía, donde sólo 100 empresas explican el 64% del PBI y el 80,2% de las exportaciones», señalan.

Por lo tanto, desde APYME sostienen «de manera urgente revertir estas políticas y que se contemplen los intereses de las Pymes, los trabajadores, la producción y la industria local, claves para aspirar a un horizonte de desarrollo con equidad distributiva».