La Opep y sus aliados, entre ellos Rusia, acordaron el viernes una caída de su producción de 1,2 millones de barriles diarios (mbd) para intentar provocar un alza de precios.

Los recortes empezarán a aplicarse el 1 de enero, pero no todos los países productores participarán por igual. Venezuela e Irán quedarán exentos a causa de las sanciones que sufren, al igual que Libia, que no puede garantizar una producción estable a causa de la guerra civil.

«Los países de la Opep contribuirán con 800.000 barriles diarios al recorte, los (países) no-Opep contribuirán con 400.000 barriles diarios» informó el ministro de Petróleo emiratí, Suhail Mohamed al Mazruei, en rueda de prensa.

La incertidumbre había flotado en la reunión tras las declaraciones pesimistas del peso pesado del cartel, Arabia Saudita.

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«No, no confío» en que se llegue a un acuerdo, había sorprendentemente admitido el jueves el ministro de Energía de Arabia Saudita, Jaled al Faleh, tras una primera jornada de negociaciones en la sede de la en Viena.

Pero la realidad acabó imponiéndose, después de que los ministros constataran que hay más oferta que demanda. Los precios habían caído más del 30% en los últimos dos meses.

Una buena noticia para los consumidores, pero mala para los productores, muy dependientes de sus ingresos petroleros.

El ministro saudí, Jaled al-Faleh, aprovechó las expectativas generadas por la reunión para lanzar una crítica a los países consumidores.

«Aprovecho para pedir a las naciones consumidoras a no aplicar excesivos impuestos» indicó el ministro.

En numerosos países no productores los impuestos representan más de la mitad del precio del carburante, y en Francia, un movimiento de protesta a causa de un proyecto de aumento de las tasas sobre el diésel tiene al gobierno contra las cuerdas.

El recorte será calculado a partir de los niveles de producción de octubre y será reevaluado en abril, precisó un portavoz del cartel, Tafal al Nasr.

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El objetivo es que el precio oscile en torno a los 70 dólares por barril, en lugar de los 60 actuales.

A las 17H15 GMT, el precio del Brent del mar del Norte, la referencia en Europa, se situó en 62,7 dólares, un aumento del 4,43%.

El acuerdo no estuvo exento de dificultades. El ministro de Energía ruso, Alexander Novak, recordó el jueves que en pleno invierno, las «condiciones climáticas» rusas hacían «mucho más difícil reducir (la producción) que para otros países», dando a entender que un posible esfuerzo de Moscú se efectuaría más tarde.

Presiones de Washington

Por su lado, Arabia Saudita debía hacer frente a la presión de Estados Unidos, en situación de debilidad después de la indignación internacional que generó el asesinato del periodista crítico con el poder del reino Jamal Khashoggi en el consulado saudita en Estambul.

Antes de esta reunión en Viena, el presidente estadounidense, Donald Trump, que presiona a la Opep desde hace meses, instó a la organización a no hacer subir los precios del crudo, con la vista puesta en los consumidores estadounidenses.

El ministro saudita replicó el jueves que Washington «no está en posición de decirnos lo que debemos hacer». «No necesito el permiso de nadie para disminuir» la producción, agregó.

Su rival político y tercer productor de la Opep, Irán, propuso un recorte de más de un millón de barriles diarios, aunque reclamaba quedar exento de cualquier reducción al estar sometido ya a las sanciones de Estados Unidos.

La Opep y sus aliados controlan desde que formalizaron su pacto, hace dos años, la mitad aproximadamente de la producción mundial de crudo.