Por Aldo Battisacco – Enviado especial a Buenos Aires 

La Cámara de Diputados convirtió en ley la iniciativa que ratifica el Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre Eliminación de la Violencia y el Acoso en el Mundo del Trabajo, firmado en 2019 en Ginebra, Suiza. El proyecto fue enviado por el Ejecutivo Nacional e impulsado por el presidente Alberto Fernández en la apertura de sesiones ordinarias.

La psicóloga Magister en Salud Mental, Liliana Bucci, señaló que la ratificación del Convenio 190 de la OIT, «viene a posicionar la erradicación de la violencia laboral y con una perspectiva de género». 

La especialista aclaró en diálogo con Conclusión, que se «plantea que una sola situación de violencia» configura «acoso» y no un proceso, es decir, una «reiteración, que ocurría tres veces por semana y a los largo de seis meses», ya que «luego se estudió que una situación por semana durante uno o dos meses podría tener una intensidad tan alta que  generaba un montón de situaciones dé salud, hacia la persona que recibía este tipo de acoso».  

«Cuando se habla de mobbing, y de acoso psicológico, se enmarca en distintos medios, se puede hablar de este tipo de acoso en la pareja, familia o entre amigos, o áreas de la vida de una persona», y agregó la profesional que cuando se habla de mobbing » se trata de acoso psicológico en el entorno laboral, y no solamente de dos personas, un acosador/a y una persona acosada, sino que hablamos de una cuestión grupal».

Liliana Buccí precisó que en un medio laboral una persona «se puede ensañar o ponerla como blanco», pero «en una momento» esta situación «se le participa al grupo, es como decir, soy una persona acosadora y por x motivo, un conflicto que no se termina de solucionar, sea de celo o disparidad, envidia o lo que fuere, un día humilla otro arremete, descalifica» con el objeto «de desestabilizar, de minar las defensas, anestesiando para debilitar y dejar  la persona aislada».

«Quien hostiga, o acosa a la persona elegida como blanco, lo que quiere a través de esta hostilidad es que la persona se vaya de lugar, para destruir, devastar y minar la resistencia», expresó la especialista, al tiempo que agregó que esto genera «peligro, porque se degrada el ambiente laboral». 

Buccí manifestó que para que esta realidad se constate, debe haber una institución, empresa u organización, que «habilita» esa posibilidad de «desarrollar la tiranía entre los trabajadores», donde se tiende a un «proceso de destrucción continuo y sistemático», dando lugar al «abuso de poder». 

Entre otros objetivo del acoso, Bucci, describió que se apunta «destruir» las redes laborales de la víctima», incluso su «reputación» y que este tipo de mecanismo prolifera en ámbitos donde hay competencia, individualismo y egoísmo».

«El acoso laboral es un riesgo laboral psicofísico», afirmó la psicóloga. 

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