La infusión argentina por excelencia sufre también en estos últimos meses la cruda realidad de los aumentos. Tomar mate pasaría a ser un lujo. Los productores misioneros de yerba realizaron una protesta con cese de comercialización y pidieron que el precio de la hoja verde pase de $230 a $500. Con el incremento de esta magnitud, el precio de la yerba en góndola sufriría un aumento superior al 100% y pasaría a costar alrededor de los 6.000 pesos.

La situación de los productores, que a raíz del cambio de gobierno se agudizó, sufrió aumentos en el costo en los insumos, la energía y el combustible. “Los números que veníamos manejando para el valor de nuestro producto fue totalmente disuelto y hoy necesitamos un precio nuevo”, reclamó Jonás Peterson, integrante del directorio del Instituto Nacional de Yerba Mate (INYM).

“El paro está planteado. La mayoría de los productores no está cosechando”, manifestó el dirigente, quien representa a este sector. De todos modos, aseguró que no hay riesgo de desabastecimiento por el momento, “hasta hoy existe un stock de ocho meses y pico”.

Aseguró, además, que “la mayoría” de los productores está en paro por la falta de actualización del precio de referencia y el cambio de las reglas de juego del sector previsto en el DNU 70/2023.

Este es otro reclamo, que apunta al DNU 70/2023, cuyo capítulo referido a la producción de yerba mate se encuentra suspendido por la justicia tras una presentación por asociaciones yerbateras y productores de Misiones. Además de la fijación de precios, el DNU le quita al INYM la potestad para registrar a los productores.

“Estaríamos trabajando a ciegas porque el registro nos da la posibilidad de saber cuántos somos, cuánto producimos, a quién le vendemos, cuánto se exporta, cuánto se vende. Es importante porque nos da previsibilidad a futuro”, explicó Peterson.

Por otra parte, Claudio Hacklander, director del INYM, Instituto Nacional de la Yerba Mate por parte de la producción, aseguró que comenzaron el año realizando reuniones en varias zonas yerbateras para debatir acerca de cómo lograr que se les pague un precio justo por la yerba mate. “Es que con los altos niveles de inflación cualquier precio pactado con anterioridad queda retrasado y el negocio productivo carece de rentabilidad”, sostuvo.

“Parece como si hubieran pasado años, pero en realidad fue hace muy poco tiempo. En octubre del 2023, el Gobierno de Alberto Fernández estableció el precio de la yerba mate en $ 169 con aumentos escalonados hasta llegar a $ 250 en marzo de 2024”, dijo Hacklander.

En tanto, hace pocos días un productor cobraba $ 210 por kilo de hoja verde, es decir que el eslabón primario recibía un 10 % del precio que un consumidor paga por la yerba mate en góndola. Según conversaciones previas, a partir de ahora debería concretarse un incremento del 10% que se repetiría mes a mes hasta mayo.

Para saber cuál es el precio real que necesitan los yerbateros para tener rentabilidad, se reunieron todas las asociaciones de productores y los autoconvocados, trabajaron en sus grillas de costos y resolvieron que para las entregas de febrero y marzo deberían cobrar $505 por kilo y revisar nuevamente transcurridos esos meses en función de los incrementos inflacionarios que informe el INDEC.

¿El mercado interno convalida los aumentos?

El Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) confirmó que el sector yerbatero cerró el año pasado con ventas récord. Durante 2023 salieron de los molinos 285.430.373 kilos, casi 10 millones más que en el mismo período de 2022.

Cabe decir que el incremento es menor al 4 % pero es muy destacable que esto ocurra en un contexto de deterioro económico y de altísima inflación, porque la capacidad de compra en los hogares se vio fuertemente diezmada. Sin embargo, uno de los sectores en los que creció el consumo es entre los más humildes, porque en muchos casos el mate cocido con un trozo de pan se usa como reemplazo de algunas comidas fuertes, principalmente la cena.