La causa de los cuadernos ocupa la agenda política de estos días pero mientras tanto, la devaluación, el nuevo precio del dólar y la caída del consumo no dejan de hacer mella en la economía del país y las principales empresas empiezan a acumular pérdidas.

Así lo revela un relevamiento elaborado por iProfesional en base a los balances correspondientes al primer semestre de este año de compañías que cotizan en el mercado bursátil.

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De la investigación se desprende que un total de 30 firmas, grandes y Pymes, de diferentes sectores industriales y servicios, han tenido fuertes pérdidas que, acumuladas, llegan a la impactante cifra de $41.226 millones.

Es decir, unos $6.871 millones por mes, $229 millones por día o algo más de $9,5 millones por hora para el período enero y junio.

La fuerte devaluación (60%) sumada a la retracción del consumo son las dos principales causas de esta mala performance.

Además, estos quebrantos tan altos marcan un preocupante precedente para el actual semestre, para el que se pronostica más recesión y un empeoramiento a partir de la causa por el pago de coimas y sobornos en la obra pública que involucra a grandes grupos empresarios.

Pero, más allá de este eventual impacto, los coletazos de la devaluación, caída de la demanda y suba de costos ya dejaron su sello en los balances.

Desde Cablevisión, Arcor, Mastellone o Molinos hasta grandes empresas del sector energético e hidrocarburos, todas presentaron cifras en rojo.

En el caso de la principal operadora de TV por cable, sólo entre enero y junio registró una pérdida de $7.683 millones.

Lo mismo ocurrió con su controlada, Telecom Argentina, que mostró un quebranto de $4.912 millones.

En ambos casos, producto en gran medida del alza del dólar, que afectó su deuda en moneda extranjera.

En el caso de Cablevisión, primer semestre, sus ingresos ascendieron a $64.179 millones. Sus costos, a $40.969 millones.

En cuanto a la deuda financiera consolidada y la (deuda) neta, alcanzaron los $70.307 millones y $57.800 millones respectivamente.

Con respecto a Telecom Argentina:

  • Sus ventas fueron de $64.179 millones, 17% más que el mismo semestre del año pasado
  • Su resultado neto fue una pérdida de $4.872 millones, que marcó una desmejora del 196% respecto al primer semestre 2017.
  • Resultado financiero: quebranto de $20.847 millones, significativamente superior a los $1.422 millones de los primeros seis meses del año pasado.

Por debajo de Cablevisión y Telecom Argentina, en tercer lugar del podio de las que más quebrantos mostraron aparece Desarrolladora Energética S.A (DESA), con un rojo de $3.885 millones para el primer semestre.

Este grupo participa en el negocio de la electricidad y es propietario, por ejemplo, de Edelap, la principal distribuidora de energía de la provincia de Buenos Aires.

Controlada por el empresario Rogelio Pagano, DESA también se vio muy afectada por la devaluación, que elevó su deuda en dólares. La compañía ahora se encuentra analizando distintos escenarios a fin de mejorar la situación en lo que resta del año.

En el cuarto puesto del ranking aparece una de las empresas acusadas en el caso de los cuadernos: Albanesi, con negocios en obra pública y cuyo dueño, Armando Losón, ya fue separado de su cargo de CEO.

Sus pérdidas totalizaron $3.688 millones, y es muy probable que si no logra evitar el impacto de la causa de las coimas, enfrente un semestre aún peor.

Por detrás de Albanesi, en el quinto puesto del ranking de las de mayores pérdidas del primer semestre se ubica Polledo, dedicada a la prestación de servicios diversos y a la construcción de obras públicas y privadas.

Su principal accionista es Aldo Roggio, también imputado en la causa de los cuadernos.

Esta firma acusó un rojo de $3.352 millones y es muy posible que sufra también las consecuencias de la investigación que involucra a su dueño quien, como Losón, renunció a todos sus cargos en el Grupo que lleva su apellido.

En el caso de Polledo, por el resultado negativo se encuadra en la causal de disolución del artículo 94 inciso 5 de la Ley General de Sociedades.

Por tal motivo, su directorio realiza un seguimiento pormenorizado de la situación y difiere la absorción de resultados no asignados negativos al 31 de diciembre del año pasado.

En el caso de las principales alimenticias como Arcor, Mastellone y Molinos, en conjunto, acumularon pérdidas por superiores a los $5.000 millones.

La más perjudicada ha sido la firma de la familia Pagani, cuyo rojo para el primer semestre se ubicó en los $3.000 millones, y que compite en un sector que no está emitiendo buenas señales.

Molinos y Mastellone también forman parte del club de los balances en rojo.

La controlada por la familia Perez Companc sufrió pérdidas por $1.070 millones sólo entre enero y junio.

Más que nada, porque los aumentos de precios que aplicó a sus productos perdieron contra la inflación. También, por la devaluación, que impactó en su deuda en dólares, y por el fuerte alza de sus costos fijos.

Con respecto a sus resultados financieros del primer trimestre, tuvieron un deterioro interanual de $292 millones.

En el caso de la dueña de La Serenísima, sus números se vieron afectados por la combinación de una fuerte y abrupta devaluación y por la caída en el consumo de productos lácteos a nivel local.

Su balance semestral acusó una pérdida neta de $1.042 millones, contra una ganancia de $106 millones en igual período del 2017.

El impacto de la disparada del billete verde no distingue sectores. Tal es así que por fuera del rubro alimenticio aparecen casos como el de Metrogas, que resignó la friolera de $2.200 millones.

Por debajo aparece minera Medanito (quebranto de $1.732 millones) y la petrolera Compañía General de Combustibles (CGC), con un quebranto de $1.383 millones.

A la lista se suman firmas de otros rubros, como las papeleras Celulosa, Ledesma y Papel Prensa, que en conjunto acumularon un rojo de $2.200 millones.