Pese a la baja de las tasas dispuesta por Miguel Pesce, a cargo de la nueva gestión del Banco Central que asumió el 10 de diciembre, los titulares de tarjetas de crédito continúan pagando intereses superiores al 230% en sus compras con financiamiento.

Desde la asunción de la administración actual, la tasa de referencia fue recortada, desde el 63% que dejó el Gobierno de Mauricio Macri, al 50%. Es decir, 13 puntos de baja. Igualmente, esta disminución no se tradujo de manera significativa en un panorama que alivie a los titulares de tarjetas de crédito.

Los valores de todo el sistema van en sentido opuesto al del BCRA. Los mismos indican que la Tasa Anual Efectiva máxima subió cinco puntos porcentuales en enero, saltando de 222,17% a 227,18%. Al mismo tiempo, el nivel mínimo se mantuvo estable y en promedio registró una leve baja al pasar de 134,09% en diciembre a 133,80 en enero. Más concordantes con el Central son los indicadores en la mediana, ya que cayeron tres puntos porcentuales, ubicándose en 133,80%.

Algo similar ocurre con las tasas de los préstamos personales. Estas estaban en un promedio de 70,5% el 20 de diciembre y bajaron apenas al 69,8%, una reducción de 0,7 puntos a principio de enero.

Ante este panorama, la autoridad monetaria estaría buscando alternativas para acelerar una baja de las tasas que pagan las familias. A principios de semana, el Banco Central indicó en sus lineamientos de política monetaria que «la intermediación crediticia interna se encuentra en niveles relativos muy bajos, debiéndose expandir para atender las necesidades de los hogares y la producción, con un sentido estratégico que permita atender no sólo el corto , sino también el mediano y largo plazo».