Según la óptica desde donde se observe el desarrollo del primer año de gobierno del presidente Mauricio Macri, venga esa observación de derecha o de izquierda, hay coincidencia a la hora de afirmar que emitió deuda pública hasta ocupar la mitad del PBI y llevó el déficit fiscal a 8 puntos del producto.

Esto horroriza al kirchnerista Centro de Economía Política Argentina (CEPA), que advierte sobre interéses a pagar del 10,5% del gasto total para 2017, lo cual resta margen a las políticas sociales.

Y, paralelamente, pone en guardia a neoliberales, como José Luis Espert, que critican el neopopulismo de Macri y su amor por el déficit fiscal y la recurrente receta de financiarlo con deuda pública, como hicieron José Martínez de Hoz y Domingo Cavallo con los resultados ya conocidos.

Este análisis lo hace el portal de noticias urgente24.com, agregando que el gasto no se baja, es casi un apotegma de la historia de los gobiernos en los últimos 56 años, tanto en democracia como en dictaduras. Es lo que lleva a pensar a los economistas que en 2017, Macri podría volver a romper el récord histórico de déficit fiscal desde 1961. El cambio que introdujo en lo fiscal respecto del gobierno de los Kirchner es que, en vez de emitir dinero y usar reservas del BCRA (con su consiguiente vaciamiento), recurre al crédito.

Coincidencias

Al referirse a las opiniones que provienen de pensamientos contrapuestos, el portal indica que en un flanco de las ideas macroeconómicas, el kirchnerista Centro de Economía Política Argentina, que preside el ex concejal de San Martín, Hernán Letcher, coincidió con su colega monetarista del flanco opuesto, José Luis Espert, en hacer sonar las alarmas por la magnitud de un déficit fiscal que este año supera en 50% al de 2015 y que, según lo proyectado para 2017, que es año electoral, puede llegar a ser el más importante de los 56 años en que hubo signo negativo, tomando a partir de 1961.

Populismo y ortodoxia se santiguan con idéntica fruición cuando, en lugar de llover inversiones, se atraen copiosos chaparrones de deudas que ocupan el 10,5% del gasto total presupuestado para el ejercicio venidero, el que se incrementó 48% respecto del vigente.

Dice más adelante urgente24.com que Mauricio Macri le agregó, con sucesivas emisiones de deuda realizadas desde diciembre del año pasado, $ 83.000 millones a la bola de servicios de la deuda por $ 165.000 millones legados del anterior gobierno.

El CEPA calculó la incidencia de los intereses a amortizar sobre el gasto en el 10,48%, con un incremento del 58% respecto de este año.
En números –según explica el portal-, implican un desembolso adicional de $ 143.000 millones en términos absolutos, que representan 3,84 puntos porcentuales más de gasto, cifra que ya no estará disponible para educación, salud o inversión en ciencia y técnica, apunta el instituto K.

Otro liberal

La nota también cita la posición de otro economista liberal, Javier Milei, a quien también le espanta que el Gobierno “no va a cumplir con la meta de reducción de déficit” y pronosticó que el año que viene alcanzará los 12 puntos del PBI, lo cual alertó “alcanza niveles del Rodrigazo”.

“Estamos frente a una situación de una gravedad tremenda y (el presidente Mauricio) Macri cometió el error de poner al frente de todo esto a un pirómano para apagar un incendio”, señaló.
En diálogo con radio Cultura, Milei alertó, además, que cuando Estados Unidos comience a subir la tasa de interés “el 2018 puede estar complicado”.
Criticó que el Gobierno hable de ajuste, “cuando el único ajuste lo hizo el sector privado, mientras que en el público despidieron a 70.000 personas para luego sumar 80.000”.

Alto déficit

Descree que “el año que viene se vaya a cumplir la meta de déficit primario de poco más de 4,2 puntos; lo veo en 6 puntos más 2 de interés que da 8,5, más 1,5 de provincias y 2 de BCRA da 12 puntos del PBI, es uno de los déficits fiscales más altos de los últimos 52 años”, resaltó.
Solaza al kirchnerismo económico que el endeudamiento del actual gobierno haya generado 50% más de intereses a los devengados por el paquete que dejó el ahora diputado Axel Kicillof.

“De no ser por las nuevas emisiones de títulos públicos, los servicios de deuda hubieran representado en 2017 un 6,95% de los gastos totales, considerando el nivel de gasto total propuesto por el Poder Ejecutivo para 2017. Es decir, se hubiera mantenido la tendencia declinante del peso de los servicios de deuda sobre las erogaciones del Tesoro nacional, permitiendo atender otros gastos”, deslinda el CEPA.