Fotos: Guido Piotrkowski

A estas alturas, y con una inflación que parece tornarse incontrolable, alimentarse bien, comer sabroso y comprar más calidad a menor precio parece una utopía, un sueño irrealizable para la mayor parte de la población. Sin embargo, la iniciativa de la Mesa Agroalimentaria Argentina, que reunió a distintos actores de la cadena de la carne en un circuito alternativo demostró que se puede vender carne vacuna  de calidad superior, a precios justos y en forma masiva. Con este objetivo este sábado, en la ciudad bonaerense de Avellaneda, se inauguró la primera carnicería agroecológica del país. Por la misma, en pocas horas pasaron más de 600 personas que compraron alrededor de 1.700 kilos. «Se llevaron todo lo que teníamos», relataron los organizadores.

La carnicería inaugurada por la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT),  la primera de las diez bocas de expendio que la Mesa Agroalimentaria planea abrir en distintos puntos del país, es el punto cúlmine de un trabajo de algo más de seis meses, en el cual se aunaron las voluntades de distintos actores de esa cadena para concretar un modelo de comercialización lo más directo posible, potenciando el encuentro entre productores y consumidores. Así,  la Red Nacional de Municipios Agroecológicos (Renama) comercializará sus carnes, faenada por el frigorífico recuperado por sus trabajadores,  en los distintos puntos de venta de la UTT.

Más calidad a menor precio

La carne agroecológica «es más sabrosa, tiene otra coloración y es más firme”. Así describió Jorge Themtham; productor “de toda la vida”, el producto que ofrecen. Themtham se consolidó como criador de hacienda a pasto y se decidió a integrar la red Renama en 2015, «cuando muchos productores quebraban». «Buscando una alternativa apareció la agroecología y gracias a eso seguimos produciendo».

La hacienda que crían se alimenta a pasto, lo que garantiza una calidad óptima, saludable y accesible.  “Soy tambero y productor de carne -relató al diario Página 12-   y producimos y vendemos todo en pesos. Así que los problemas del dólar nos pasan por el costado». «No queremos producir un alimento caro para pocos, sino carne sana para todos y todas», destacó Themtham.»Y no es que somos buenos y la regalamos, también ganamos. Pero producimos en familia y vendemos sin intermediación»

Quienes participan de la red remarcan que el desafío está en crear no sólo la cadena de producción, sino canales de comercialización. «El  productor que vende esta carne recibe más dinero que en el mercado común, y la gente que le compra, compra a menos precio: gana y gana, es un buen sistema por dónde lo mires”, detalló la ingeniera agrónoma Graciela Francavilla, de Renama Córdoba. Esta articulación facilita llegar con precios justos al consumidor y fortalecer a cooperativas y pymes. «No son marcas dominantes, pero son productos de calidad, es su gran diferencial. Se busca fortalecer estas alianzas, para que sean sostenibles en el tiempo, y no se vean afectadas por subas como el precio de la nafta”, subrayó la ingeniera.

Yendo del feedlot a la pastura

La red de productores nuclea a más de 85 cooperativas de todo el país con más de 350 productos y representa un cambio de paradigmas en la forma de producir los alimentos.

En cuanto al ganado, se cría al aire libre y se alimenta con pastura natural de su ambiente y no reciben hormonas ni antiparasitarios. Esto genera un alimento libre de sustancias tóxicas, más nutritivo, y muy diferente a la carne de animales confinados en ambientes artificiales, de dimensiones reducidas y alimentados con granos transgénicos.

Está claro que hay una perspectiva sociopolítica en las acciones y decisiones de quienes integran las cadenas alternativas y que propician una cambio en el modelo de producción y comercialización.

En tanto, desde la Federación de Cooperativas Federadas (Fecofe), remarcó que tomaron la decisión de juntarse porque se decía que había «un solo campo». «Sabíamos que no es así, y demostramos que otra forma de criar ganado es posible, que hay otro campo y no nació ayer».

Fuente: Página/12