La Cámara Argentina de Comercio enterró cualquier esperanza que pudieran tener sus empleados de cobrar un bono de fin de año. «De ninguna manera«, fue la respuesta de su titular, Carlos de la Vega, cuando le consultaron sobre la posibilidad de que el sector pague una compensación por las fuertes subas de precios del último año.

El empresario recordó que en el convenio salarial firmado a principios de año con el gremio incluye un plus no remunerativo de $1.200 a pagarse con el sueldo de noviembre. Es decir que los trabajadores lo recibirán en los primeros días de diciembre.

Hasta el momento, siete provincias se comprometieron a pagar a sus empleados estatales un bono de fin de año ascienden hasta los $3000 que abonará por Santiago del Estero. Con cifras intermedias, también lo abonarán Córdoba, La Pampa, Salta, San Juan, San Luis y Santa Fe. La Rioja se comprometió a dar entre $300 y $400, pero la medida todavía no fue oficializada.

En el sector privado, los gremios también piden compensaciones por la inflación. Los que tienen a los trabajadores con mayor poder adquisitivo reclaman o bien que el Gobierno libere al medio aguinaldo del pago de Ganancias o bien que las empresas busquen algún tipo de compensación.

Aunque durante años el gobierno nacional se negó a autorizar que las compañías abonen el impuesto de sus empleados, este mes terminó por autorizarlo para destrabar las negociaciones de los petroleros.

Otros sindicatos, en cambio, reclaman también que se pague un bono de fin de año. La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) que conduce el titular de la CGT oficialista, Antonio Caló, pide que se pague una compensación de 3.000 pesos, mientras que los estatales de ATE piden que el Estado abone $4.000 en diciembre.