La Asociación de Industriales Panaderos y Afines de Rosario lleva adelante en estos días un estudio de costos para determinar si es necesaria una actualización del precio del pan. En otros puntos del país definieron incrementos que llegan al 15%, pero los referentes locales definieron ese porcentaje como «una exageración» y aseguraron que, en caso de aplicar una suba, sería menor al 10%.

«En caso de aumentar, lo vamos a hacer lo menos posible. Estamos analizándolo, tratando de no tocar muchos los precios. En el resto del país hay muchas provincias que aumentaron entre un 10 y un 15%, pero eso es exagerado. Nuestros contadores están haciendo un estudio estricto de costos», señaló este miércoles el presidente de la Asociación de Industriales Panaderos y Afines de Rosario (Aipar), Jorge Vitantonio, en declaraciones a Conclusión.

Según adelantó el máximo referente local del sector, es probable que la semana que viene ya estén los resultados del estudios de costos, frente al que definirán de cuánto será el incremento. Hasta incluso aclaró que, si no es necesario, no moverán los precios actuales. «Si no amerita aumentarlo, no lo vamos a hacer. Y en caso de tener que aumentar, lo haremos lo menos posible: un 5, 6 o 7%. Seguro que no va a llegar a 10%. Eso sería un aumento de 10 pesos», detalló Vitantonio.

En el mismo sentido opinó Gerardo Di Cosco, vicepresidente de la Asociación de Industriales Panaderos y Afines de Rosario, quien indicó que «hasta hoy no ha aumentado la harina» ni otros costos como «energía o gas», razón por la que «en Rosario y alrededores no aumenta el pan».

«Hoy te puedo decir que el pan no aumenta en la ciudad de Rosario y sus alrededores. En promedio, está entre 160 y 180 pesos el kilo. Suponemos que si la harina se mantiene en los valores actuales, no va a aumentar», afirmó en conversación con Conclusión.

Ambos referentes sectoriales coinciden que, más allá de cualquier variación que sufran los costos, el contexto socioeconómico no habilita un escenario de grandes aumentos, ya que el poder adquisitivo de los salarios no está en condiciones de hacerle frente. Cualquier suba puede espantar del mostrador a clientes que actualmente ya exponen dificultades para acceder a las compras habituales.

«Ante la situación tan complicada que estamos viviendo tenemos que ser muy cuidadosos con el mensaje que le damos a la gente. El centro de panaderos de Rosario siempre lo ha hecho. Creo que de momento no va a haber ningún aumento», expresó Di Cosco.

Vitantonio tiene algo menos de confianza en que esta posibilidad llegue a concretarse cuando estén delineados finalmente los estudios de costos. «Creo que algo se va a tener que acomodar, porque todos los meses hay que sumar un 5 o 6% del salario de la gente. Eso directamente va al costo del pan, pero igualmente seremos muy cuidadosos. Es un despropósito aumentar mucho la mercadería cuando la gente no tiene poder adquisitivo», señaló.

Desde la Asociación de Industriales Panaderos y Afines no dejan fuera del análisis en factor estacional. Con el calor, cuentan, siempre viene una disminución en las ventas. Si a ese escenario se le suma el impacto de la pandemia, la ecuación final no deja demasiado margen para elevar los precios.

«Cuando hay calor, siempre bajan. Todos los años ocurre lo mismo. La verdad que no se ha recuperado. Aun no llegamos a tener los valores previos a la pandemia. Estamos cerca de un 30% abajo de eso. Por lo menos en las panaderías de barrio. Hay también muchas panaderías del centro, tradicionales, que no han podido recuperar sus ventas», informó Di Cosco ante este medio.

De esta manera, los factores a analizar son muchos. En otros puntos del país ya ha sido anunciado el incremento, pero en Rosario y alrededores resta esperar que esté terminado el estudio. Aun así, desde la Asociación de Industriales Panaderos entienden que el análisis no puede reducirse a una mera cuestión de números. Asumen una responsabilidad social y aseguran que no habrá subas de gran magnitud.