La inflación de marzo se ubicará cerca del 4 por ciento, al igual que febrero, debido al impacto de la suba de las cuotas de los colegios, de las empresas de medicina prepaga y del encarecimiento de los combustibles.

Así lo planteó hoy la economista y directora del Estudio Bein & Asociados Marina Dal Poggetto, al analizar la fuerte suba de precios que hubo en la economía de la Argentina desde el balotaje presidencial que dio la victoria a Mauricio Macri.

Desde el 22 de noviembre hasta el 29 de febrero, la inflación acumulada fue del 14 por ciento, como consecuencia de la devaluación del peso superior al 60% que encaró el Gobierno y del tarifazo en el sector eléctrico.

Según el Estudio Bein & Asociados, la inflación de febrero fue del 3,7% y la anual alcanzó al 30,4%, con la particularidad de que en ese mes se imputó el 80 por ciento del aumento en la tarifa eléctrica.

El ajuste de tarifas incide en el índice pero todavía no en el bolsillo porque el grueso de las facturas aún no llegó a los usuarios residenciales, que afrontarán aumentos de hasta el 600 por ciento.

Marzo también va a registrar una inflación «alta» porque impactarán en el índice los aumentos en las cuotas de los colegios, de las empresas de medicina prepaga y el encarecimiento previsto para los combustibles, anticipó Dal Poggietto.

Y explicó que lo que hay en la actualidad una segunda ola de remarcaciones, influenciadas por el salto del dólar desde fines de enero hasta el 29 de febrero, cuando el Banco Central parece haberle puesto un techo en 16 pesos al billete verde.

«Marzo va a tener un indicador de inflación muy parecido al de febrero», dijo la economista y aclaró que no cree que ese índice  pueda ubicarse por debajo de lo registrado en el segundo mes de 2016, por lo que rondará entre 3,7 y 4%.

Señaló que al mirar la dinámica histórica de los últimos meses, se dio una aceleración brusca a partir de noviembre, dado que posteriormente a la elección de Macri como presidente se observó que la política cambiaria iba a ser «más agresiva».

«Los precios empezaron a subir fuerte. Había dos anclas que remover: una era el tipo de cambio atrasado y otra las tarifas congeladas. Lo que hizo el Gobierno fue intentar mover las dos al mismo tiempo», indicó Dal Poggieto en declaraciones a Radio 10.

Desde el 22 de noviembre hasta cuando asumió Macri el 10 de diciembre hubo una aceleración brusca de precios, pero luego con el levantamiento del cepo hubo una moderación de la inflación hasta fines de enero porque el dólar «libre» fue más bajo de lo que se esperaba.

Cuando el valor del dólar se disparó por encima de los 15,50 pesos, ahí comenzó la segunda ola de remarcaciones, lideradas por los precios de autos y electrodomésticos.