Pequeñas y medianas empresas (pymes) de Argentina solicitaron al Gobierno que ponga en marcha medidas que den respuesta a los «serios problemas» de financiación y el elevado endeudamiento que afronta actualmente el sector.

La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) envió una carta al ministro de Producción, Dante Sica, con una serie de «sugerencias» para «garantizar la supervivencia» de las 800.000 pymes del país y «proteger, con ello, la creación de empresas y la generación de empleo».

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En un comunicado, la CAME apuntó que las tasas de financiación en el sector «crecieron sustancialmente» en los últimos meses, hasta alcanzar «niveles incompatibles con la rentabilidad actual», a lo que se suma la escasez de créditos «accesibles» en el mercado para sufragar capital de trabajo, compras de maquinarias o nuevas inversiones que mejoren la competitividad y las exportaciones.

«La adversa coyuntura actual hace que las pymes se encuentren con altos niveles de endeudamiento», añadió, al señalar que sus pasivos financieros ascienden a 490.000 millones de pesos (14.709 millones de euros al cambio actual), según datos del Banco Central, «teniendo en cuenta todo tipo de créditos», con tasas de entre el 50 % y el 60 % anual.

La confederación destacó que, además, ese dinero no ingresa al sistema productivo, «sino que es drenado en el canal especulativo».

«Las dificultades para pagar en tiempo y forma esas deudas generan una espiral creciente de pasivos que están asfixiando financieramente a la empresa y deteriorando las cadenas de pagos», insistió.

Entre las propuestas enviadas por la CAME para paliar esta situación están bajar de un 29% a un 21% la tasa por los créditos subsidiados dirigidos a descontar cheques, poner a disposición de las pymes «créditos blandos» para financiar capital de trabajo, maquinaria y exportaciones o «triplicar» los fondos del Banco de Inversión y Comercio Exterior (Bice).