El economista, docente y Director de la Comisión Nacional de Comercio Exterior, Alejandro Barrios, analizó el intento del Gobierno nacional de realizar una reforma laboral, destacando que «los trabajadores tendrán que tener un rol protagónico en cualquier tipo de reforma» y que, en relación a los derechos de los obreros, “todo eso que se construyó con tanta fuerza y con tanta lucha es lo que se quiere destruir en esta nueva experiencia neoliberal en Argentina.

En una entrevista con el show “Error de Carga”, de la radio Ahijuna, Barrios explicó que “el Gobierno ha decidido que en este contexto internacional hay que abrir la economía e integrarse al mundo, pero si esa integración se hace vía los precios relativos que tiene la producción de un país con la mundial, esos precios deberían ser similares para que esa integración no fuera solamente compradora”.

“Entonces, Argentina se integra al mundo, pero con una serie de historias sociales, políticas y sindicales que han hecho que a lo largo de más de 100 años de lucha los obreros argentinos tengan algunos derechos que otros obreros en otras partes del mundo tienen. Si la competencia va a ser vía precios, los obreros argentinos tendrían que resignar un montón de derechos que tienen para poder ser competitivos. Como ganó esa opción, la apertura de la economía obliga a que los obreros argentinos tengan que ganar igual o menos que los brasileros, o que los chinos, o que los vietnamitas”, continuó el director de la Comisión Nacional de Comercio Exterior.

Consultado sobre de qué otra forma se podría integrar el país, el economista sostuvo que eso se hace viendo cuáles son las producciones que necesitan más protección, para poder continuar con los valores, la historia y los derechos. Pensando uno qué clase de industrias quiere tener y los costos relativos, en función de eso se establece que tipo de protección comercial se utiliza para que los obreros de esa industria sigan teniendo trabajo, “y no al revés de decir ‘yo me quiero integrar al mundo entonces los obreros del calzado tienen que resignar todos sus derechos porque tenemos que integrarnos al os puestos salariales del mundo’”.

“Los derechos tienen que estar en función de los derechos internacionales y no al revés, y hay que adaptar los instrumentos a la historia y no al revés”, manifestó, asegurando que “los derechos de las personas van a estar en función al precio internacional de las cosas”.

Sobre quiénes serán los primeros en sufrir la reforma laboral, sostuvo que “como actores directos” van a ser “fundamentalmente los trabajadores”, y dentro de ello “los que están sujeto a competencia internacional, que son los industriales: UOM, Metalúrgico, Textiles, Calzado, todas esas personas que trabajan en bienes que pueden ser importados van a ser los primeros en ser atacados por esta apertura del a economía y ya están siendo atacados. Ellos van a tener un rol protagónico quieran los dirigentes o no”.

En este sentido, indicó que “el mayor peligro es acá en Argentina. Hay mucho para destruir porque las anteriores generaciones de compañeros que han dado la vida, que han sido presos, torturados, desaparecidos, nos permiten que hoy los obreros argentinos tengan hoteles sindicales en la playa. Todo eso que se construyó con tanta fuerza y con tanta lucha es lo que se quiere destruir en esta nueva experiencia neoliberal en Argentina”.

“Todos los sectores políticos que en sus argumentos dicen representar a los sectores populares van a tener que ponerse a respaldar esos reclamos que van a hacer los obreros de los gremios industriales. No pueden apoyarlos a ellos y a esta reforma al mismo tiempo”, concluyó.