El miércoles 16 de diciembre, el ministro de Economía, Alfonso Prat Gay, anunció en conferencia de prensa «el fin del cepo», y con ello comenzaron las especulaciones en los rubros que manejan sus precios según lo que indique el dólar.

El sector automotriz no estuvo exento, y ya en aquel entonces se esperanzaban con que no hubiera una suba radical de precios, mostrándose además expectantes con la medida prometida de modificar los impuestos en esta rama.

Ayer, el gobierno nacional publicó en el boletín oficial la decisión de modificar el Impuesto Interno a automóviles y motocicletas, reduciéndose a un 20% para vehículos de un precio superior a los 800 mil pesos, de 10% para vehículos entre 800 mil y 350 mil pesos, y el no cobro del mismo a vehículos cuyo valor sea menor de 350 mil pesos. Sin embargo, las concesionarias rosarinas todavía prefieren esperar para desprenderse de sus productos más costosos, los de alta gama.

En general, las casas de ventas de automóviles a la hora de ofrecer los vehículos más costosos de su línea aclaran que no disponen de unidades para entrega inmediata, afirmando que recién «en unas semanas» estarían reponiendo su stock, y ofreciendo en cambio otras opciones de gama media, que difieren ampliamente en su valor.

En cuanto a precios, la mayoría de los automóviles que se ofrecen no han cambiado en demasía su valor respecto a los números que se manejaban semanas atrás, sin embargo, todos los vendedores están a la espera de más definiciones, asegurando que «no hay garantías» de que el precio se mantenga como hasta ahora.

De esta manera, los empresarios argentinos vuelven a realizar especulaciones y se protegen ante lo que podría ser un cambio negativo respecto al dólar, y que los deje mal parados a la hora de reponer las unidades vendidas. El que padece esto es el cliente, que deberá aguardar a estas definiciones corporativas para poder comprar el auto que desea.