El exjuez de la Corte Suprema de Justicia Eugenio Raúl Zaffaroni señaló hoy que confía en que el máximo tribunal «hará una sentencia razonable» que servirá para «descomprimir» los aumentos tarifarios en los servicios públicos dispuestos por el Gobierno.

«Creo que la Corte Suprema hará una sentencia razonable, quizás no todo lo que deseamos, pero seguramente que va a intentar descomprimir esta situación. Si no me equivoco, aunque se enfrente al Gobierno, de todos modos le haría un favor y, al mismo tiempo, recuperaría la Justicia algo de prestigio», sostuvo el integrante de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Subrayó, en este marco, que la «contradicción principal» es con el modelo «colonialista» del presidente Mauricio Macri y sostuvo que «la transversalidad que propone Cristina Kirchner se dará naturalmente», porque «la impulsan las medidas del actual Gobierno».

En una entrevista con NA, Zaffaroni se refirió a las divisiones en el PJ y las perspectivas de conformar un frente opositor: «Confío en que vuelva a producirse lo de siempre en el justicialismo: primero se dicen de todo, pero al final se unen».

Subrayó, en este marco, que la «contradicción principal» es con el modelo «colonialista» del presidente Mauricio Macri y sostuvo que «la transversalidad que propone Cristina Kirchner se dará naturalmente», porque «la impulsan las medidas del actual Gobierno».

Eugenio Zaffaroni

Los siguientes son los principales extractos de la entrevista que concedió Zaffaroni:

-¿Qué opina sobre cómo el Gobierno lleva adelante los aumentos tarifarios, que se encuentran judicializados?
– Me pregunto todos los días si en realidad el equipo de Gobierno tiene interés en evaluar los alcances políticos de lo que hace, o si viven una realidad paralela. Creo que se pretende que con las tarifas se compense en parte el desplazamiento de recaudación por la supresión de las retenciones. Parecen intentar volver a un país agroexportador y nada más, pero en un regreso imposible. La Argentina de los años 30 era oligárquica, pero viable. Esto no es viable en el siglo XXI.

-La pelota ahora quedó en manos de la Corte Suprema. ¿Cuál podría ser el desenlace?
– Creo que esto se va a descomprimir y atisbo que la Corte Suprema hará una sentencia razonable, quizá no todo lo que deseamos, pero seguramente que va a intentar descomprimir esta situación. Si no me equivoco, aunque se enfrente al Gobierno, de todos modos le haría un favor y, al mismo tiempo, recuperaría la Justicia algo de prestigio. No creo que la Corte Suprema desperdicie esta oportunidad, pero puedo equivocarme.

– ¿Qué piensa sobre la decisión judicial de ir a buscar a Bonafini con la fuerza pública para llevarla a declarar?
– Hay situaciones conflictivas, en que un juez se encuentra con un hierro candente sobre el escritorio. En tal caso no debería tomarlo con la mano, claro está. Frente a una situación conflictiva, la tradición judicial indica que lo correcto es bajarle la potencia. El escándalo de la orden de detención fue completamente inútil. No se trata de una cuestión de «igualdad ante la ley», sino de saber si se provoca o no un conflicto que puede derivar en violencia y, en tal caso, actuar en forma de evitar consecuencias que pueden ser de extrema gravedad. La Justicia debe evaluar cada situación: la particularidad no es de la persona, sino de la situación que se puede crear.

– ¿Y qué podría haberse hecho?
– Bastaba con constituir el Juzgado un rato en la sede de las Madres y preguntarle a Hebe si quería o no declarar; seguro que decía que no. Se levantaba un acta haciendo constar que se le recordaban todos sus derechos y que se negaba a declarar y listo. Espero que a nadie se le ocurra repetir algo parecido, que por lo menos se siga lo que siempre fue tradición judicial, aunque es obvio que la torpeza puede no conocer límites, por cierto.

– Legisladores que acataban a Cristina Kirchner, ahora rinden cuentas a los gobernadores. ¿El PJ llegará dividido a 2017?
– Creo que la presión sobre los gobernadores se va a diluir en forma natural, por efecto del déficit fiscal. Cuando no haya más dinero para repartir, no habrá más presión. Muchos de los extorsionados volverán al ruedo y, si bien no me preocupa mucho que haya dos peronismos, confío en que vuelva a producirse lo de siempre en el justicialismo: primero se dicen de todo, pero al final se unen. Si no sucede esto y si no se puede gobernar sin el peronismo, quizá no sea del todo malo hacerlo con dos peronismos. Habrá que ver cómo evoluciona.

– ¿Le gustaría que Cristina sea protagonista de la construcción de una alternativa al Gobierno?
– Eso es decisión de Cristina y no sé qué proyecto tiene. Lo que me parece es que en este momento hay una confrontación entre un modelo de país que considero francamente colonialista, que responde a una etapa superior del colonialismo, conforme a la hipertrofia mundial del capital financiero, y otro que procura el desarrollo, que es la antípoda del colonialismo.