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Distintos economistas salieron a cuestionar el comunicado que emitió el gobierno nacional para anunciar una recuperación de los salarios reales y señalaron que en realidad se registran caídas y estancamientos en el poder adquisitivo.
«La Oficina del Presidente comunica que los datos oficiales de abril revelan la recuperación más significativa de los salarios reales privados de los argentinos desde 2009», indicó el comunicado difundido este lunes.
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Sin embargo, diferentes economistas resaltaron que, para afirmar esto, el Ejecutivo tomó los datos de la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte), un indicador que en su portal oficial aclara que «no refleja necesariamente la evolución de los salarios del empleo registrado privado».
«Ripte se define como la remuneración promedio sujeta a aportes al Sistema Integrado Previsional Argentino (Sipa), que perciben los trabajadores que se encuentran bajo relación de dependencia y que han sido declarados en forma continua durante los últimos 13 meses», agrega el sitio oficial.
Los economistas expusieron a través de redes sociales sus críticas a la utilización de este indicador para comunicar una recuperación salarial de los trabajadores argentinos y advirtieron que, si el Gobierno efectivamente utiliza ese dato como guía, está totalmente desorientado.
«Están mirando un indicador que no sirve. Es un error que arrastran desde hace meses. Preocupante desorientación del Gobierno en torno a la dinámica social y laboral», cuestionó el macroeconomista Federico Pastrana, director de la Consultora C-P.
El macroeconomista marcó que la historia de los salarios que narra el Ripte es muy diferente a la que exponen otras mediciones dedicadas a medir dicha evolución. Dicha disonancia fue ilustrada en un gráfico.
«El Ripte es la línea verde. Pareciera que los salarios se están recuperando muy rápido en los últimos meses, pero otros indicadores muestran estancamiento», destacó Pastrana.
«El indicador de seguimiento de paritarias que hacemos en CP (línea roja) muestra estancamiento. Luego de recuperar en enero y febrero, los salarios caen y se estancan en los últimos meses, a pesar de la baja de la inflación», remarcó.
Por su parte, el magister en Economía Política Hernán Letcher señaló que los salarios muestran el comportamiento que el Ejecutivo desea para frenar los niveles de consumo y así desacelerar la inflación por esa vía.
«Hacia adelante se puede esperar algo concreto. Es razonable que el salario fluctúe y que en virtud de las paritarias celebradas entre abril y junio el impacto en la serie del salario registado privado indique una mejora, sin embargo, el objetivo del gobierno es sostener un nivel salarial sensiblemente inferior al 2023», apuntó el también director del Centro de Economía Política Argentina (Cepa).
A su turno, el economista Gabriel Caamaño planteó que aun en la lógica propuesta por el oficialismo los datos deben tomarse con pinzas, ya que no permiten ostentar el optimismo que reflejó el Gobierno en su comunicado.
Gráfico difundido por Gabriel Caamaño.
«Si van a poder la suba del Ripte deflactada por IPC de abril de 2024, no se olviden de decir que es una suba fuerte después de una baja aun más fuerte y que recién estamos volviendo a niveles reales de 2004-05. Falta mucho y, gracias a Dios, la actividad cayó menos que los salarios», destacó Caamaño.
