El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, aseguró esta mañana que «el 95 por ciento» de las personas hubieran ido a trabajar hoy por no estar de acuerdo con el paro y cuestionó al secretario general de la UTA, Roberto Fernández, por dejar sin transporte a los trabajadores.

«No existe el impuesto al trabajo, lo que existe es un impuesto a los altos ingresos», dijo el funcionario sobre lo que es el reclamo central de la huelga nacional iniciada por los gremios del transporte y que luego recibió el apoyo de otros sectores laborales.

«No debería llamarse impuesto a las Ganancias sino impuesto a los ingresos altos porque lo que hace es transferir recursos de los que ganan un buen dinero a los otros que reciben un beneficio social», insistió el funcionario en declaraciones a la prensa antes de ingresar a la Casa Rosada.

En medio de una paralización total del transporte público de pasajeros en la zona metropolitana de Buenos Aires y gran parte de la Argentina, el jefe de Gabinete de Cristina Kirchner dijo que la concepción inicial del Gobierno para cualquier discusión es la «protección del movimiento obrero en su conjunto».

No había esta mañana subtes, colectivos, trenes, vuelos, peajes, recolección de basura, atención al público en los bancos y tampoco en las estaciones de servicio, y organizaciones sindicales de izquierda realizaban piquetes en los accesos a la Ciudad de Buenos Aires.

Aníbal Fernández dijo que la administración central intentó evitar la huelga, pero no hubo la misma posición desde el lado sindical y apuntó principalmente contra el secretario general de la UTA, Roberto Fernández. «La apuesta al diálogo ha sido desde el primer momento».

«Escuchamos las inquietudes que tiene (Roberto Fernández). Hablamos un montón de veces. Después nos reunimos con los (otros) gremios. Y nunca pudimos volver a reunirnos», se quejó el jefe de Gabinete. Al cuestionar la huelga, sostuvo que «el 95 por ciento de las personas hubieran ido a trabajar hoy» si hubieran contado con medios de transporte: «El problema es que los trabajadores no tienen con qué ir a trabajar, a pesar de que el jefe de la UTA se mofe y recomiende la bicicleta».