Por Marcelo Chibotta

Las controversias generadas por las posturas ideológicas, por la adhesión a una teoría económica o hasta por la simpatía con un club de fútbol, parecen estar inscriptas en los cánones de normalidad.

Pero visto con cierta perspectiva, la polémica por la publicación de las cifras del Indec parece nacida en un cuento surrealista, más allá de lo vital que resultan a la hora de diseñar políticas públicas.

Por ello, Conclusión conversó con Norberto Itzcovich, quien fuera su titular durante los últimos dos años del gobierno de Cristina Kirchner, quien advirtió que las mediciones “se siguen haciendo en base a metodologías internacionalmente aceptadas” y que por ello “no hay un problema de elaboración, sino de como cada uno lo interpreta”.

Luego de revelar que la primera pregunta que le hizo su sucesor Jorge Todesca, fue sobre cuál era el sueldo que iba a ganar, Itzcovich adelantó un concepto: “Como ahora y como siempre, para mí prima lo institucional y las estadísticas son política de Estado”.

Consultado acerca de la baja de la pobreza anunciada recientemente por el gobierno, aseguró que fue “una medición oportunista y circunstancial” debido a que “el objetivo de este gobierno es que los salarios vayan detrás de los precios” y que ello “no es una equivocación”.

Entre otros temas, la credibilidad y la fiabilidad del organismo nacional fueron puestas en la conversación con este medio, tales como los datos publicado sobre la pobreza: «Avalado por organismos internacionales, los datos nuestros eran los correctos. Nosotros dejamos entre un 6 y un 7 % de pobres, así lo midieron la Cepal y el Banco Mundial con mediciones distintas a la del Indec».

Más adelante, Itzcovich hizo referencia a los números que solían contradecirlo durante el desarrollo de su trabajo, es decir, las originadas por la Universidad Católica Argentina (UCA), o por los legisladores nacionales que bautizaron su lectura de datos como Índice Congreso: «¿Cómo mide la UCA la pobreza?, está el documento metodológico?», se preguntaba.

Sin retroceder, enseguida afirmó que «lo que mide el Congreso es un un Índice de Precios al Consumidor que es un engendro, estadísticamente es insostenible, no es ni para empezar a discutir».

Los datos que expuso el gobierno acerca de la venta de autos y del Índice de la Construcción también fueron observados por Itzcovich.

Así también, sobre el final de la nota dejó algunas referencias de cómo no quedar enredado en la madeja de cifras, que lejos de ofrecer certezas, siempre parecen oscurecer el panorama y alentar confusiones.