Por Facundo Díaz D’Alessandro

El Concejo Municipal de Rosario realizó este jueves su cuarta sesión ordinaria del año y los concejales no volverán a verse las caras hasta después de las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (Paso) del próximo domingo 28 de abril, cuando ya estén definidos los candidatos para las generales de junio.

El próximo jueves no habrá actividad legislativa por Semana Santa, mientras que el 25 de abril, como suele ser costumbre en la semana previa a un proceso electoral, tampoco se sesionará.

> Te puede interesar: Este lunes retoma la actividad el Concejo y será la primera tienda de campaña

Como había anticipado Conclusión antes del inicio del pirmer período ordinario de sesiones de 2019, el Palacio Vasallo se transformó en la primera tienda de campaña, con lo que el trabajo parlamentario quedó virtualmente stand by.

Es algo natural en tiempos eleccionarios, cuando el foco y las energías políticas quedan casi exclusivamente a la orden de actos proselitistas ante la necesidad de renovar bancas o participar dentro de cada frente o fuerza partidaria. Puede no resultar cómodo para el ciudadano común, pero es casi inevitable.

> Te puede interesar:El Concejo no sesionó por el paro de municipales y hay proyectos en el aire

Podría cuestionarse quizás la duración de ese lapso en el que el clima de campaña nubla todo lo demás, que en este caso prácticamente se impregnó en el Concejo desde el inicio del año.

Es que recién a fines de febrero se registraron los primeros movimientos en el recinto Raúl Alfonsín, cuando se realizaron dos sesiones extraordinarias en la misma jornada: una para aceptar la renuncia de Eduardo Trasante y celebrar la asunción en su lugar de Jéssica Pellegrini (Ciudad Futura), y otra para aprobar minucias que habían quedado pendientes de la trasnochada última sesión de 2018.

> Te puede interesar: Jesica Pellegrini asumió en el Concejo: “Entiendo la militancia como forma de vida”

Se podría haber hecho en una sola sesión, pero se trató de una formalidad que data de la época del sindicalista Osvaldo Mattana como presidente del órgano legislativo local, según la cual deben hacerse dos sesiones extraordinarias en febrero.

Luego, el jueves 6 de marzo, tuvo lugar la última apertura de sesiones ordinarias por parte de Mónica Fein como intendenta de la ciudad, y en las semanas subsiguientes se realizaron las cuatro sesiones que tuvieron lugar hasta hoy, incluida la de este jueves.

> Te puede interesar: Fein y su última apertura de sesiones: un discurso con ADN socialista

Lo cierto es que en esas sesiones que sí se realizaron, no se trataron temas con demasiado peso específico ni algunos de los proyectos pendientes de tratamiento que se arrastran desde 2018, como la dilatada ordenanza para regular la nocturnidad o la construcción de tres torres en el microcentro rosarino.

Según comentaron fuentes que transitan el Palacio Vasallo diariamente a Conclusión, es un clásico el “parate” de campaña. En las últimas semanas, cuando alguna incidencia particular no entorpece el trabajo en comisiones (paros o feriados), no se alcanza el quórum necesario (cuatro concejales) para llevar esas reuniones a cabo. Claro que esto sucede en algunos casos y otras sí se concretan, pero luego en el recinto tienen más lugar las chicanas que el debate legislativo.