La propuesta de Argentina sobre la reestructuración de deuda, que este jueves será debatida en Naciones Unidas (ONU), fue respaldada por el Grupo de los 77 (G-77) y 19 economistas internacionales, que pidieron a las naciones europeas respaldar la iniciativa.

Timerman expresó el reconocimiento del Gobierno argentino «por el acompañamiento que nos han brindado y que ha permitido, con el esfuerzo de todos ustedes el proyecto de resolución presentado por nuestro país que analizará la Asamblea General de la ONU».

El canciller consideró que esa resolución «será una herramienta de gran valor que permitirá que las reestructuraciones de deudas soberanas se lleven a cabo con mayor equidad, eficiencia y transparencia».

Al hablar ante los embajadores, Timerman dijo que la propuesta servirá para «poner un límite a grupos minoritarios especuladores que sin escrúpulos ponen en riesgo el desarrollo de nuestras Naciones» al criticar a los fondos buitres.

Timerman pidió «contar con la presencia de cada uno de ustedes y un resultado con una enorme mayoría de votos favorables, que contribuirán a hacer posible un mundo más justo, igualitario y en paz».

Agregó que la iniciativa servirá a los países que «están enfrentando o enfrentarán una crisis de deuda, reafirmando el valor del multilateralismo y los principios democráticos para no ser arrastrados ni por la ley del más fuerte ni por la dictadura de los mercados».

Por su parte, diecinueve economistas internacionales hicieron público su respaldo a la creación de un nuevo marco de regulatorio para los canjes de deuda soberana a nivel multilateral e instaron a los países europeos a votar a favor del proyecto en el seno de la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), que tratará la iniciativa el próximo jueves.

«Esta resolución de interés público debe ser apoyada por todos los Estados europeos y debe ser puesta en el debate público», exortaron los economistas en una carta enviada hoy a los máximos representantes de todos los países miembros de la ONU, disponible también en el blog del ex ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis (http://yanisvaroufakis.eu), uno de los firmantes junto al economista francés Thomas Piketty.

«Ayer Argentina, hoy Grecia, y mañana quizás también Francia, cualquier país en deuda puede ser impedido de reestructurar su deuda a pesar de todo sentido común», agregaron. «El drama griego que se desarrolló durante el verano deja en claro que no queda tiempo para vacilaciones», destaca el texto.

El grupo de académicos llamó la atención sobre el surgimiento de «un mercado de deuda al que los Estados están obligados a someterse», y citó el caso argentino al mencionar que los fondos buitre «lograron congelar los activos de la Argentina en los Estados Unidos a través de la intervención de los tribunales estadounidenses».

Además, destacaron al país por haberse «defendido de los fondos buitre desde que reestructuró su deuda» y situarse «en la vanguardia de estos esfuerzos».

También remarcaron que el establecimiento de un marco jurídico para la reestructuración de deudas «es una cuestión de gran urgencia en la promoción de la estabilidad financiera» que permitirá «que cada estado pueda resolver sus problemas de deuda sin riesgo de colapso financiero o la pérdida de su soberanía».

«La crisis griega -continúa la carta- ha dejado claro que los estados individuales que actúan por sí solos no pueden negociar condiciones razonables para la reestructuración de su deuda en el marco político actual, a pesar de que estas deudas son a menudo insostenibles en el largo plazo».

Al respecto, el grupo añadió que «Grecia se enfrentó a una obstinada negativa a considerar cualquier reestructuración de la deuda, a pesar de que esta negativa estaba en contradicción con las recomendaciones del propio FMI».

Los 19 economistas consideraron que la posición de los países europeos «sigue siendo poco clara» al haberse «mantenido lejos del proceso» sin expresar su apoyo a la creación de la comisión.

Además de Varoufakis y Piketty respaldaron el proyecto los economistas James Galbraith (Universidad de Texas en Austin); Heiner Flassbeck (ex economista jefe de la UNCTAD); Martín Guzmán (Universidad de Columbia); Jacques Généreux (Institut d’études politiques de Paris); Steve Keen (Universidad de Kingston); Gabriel Colletis (Universidad Toulouse 1); Michel Husson (Institute de Recherches Economiques et Sociales); Benjamin Lemoine (Universidad Paris-Dauphine); Mariana Mazzucato (Universidad de Sussex); Robert Salais (IDHES, Francia); Marc Bloch; Bruno Théret (Universidad Paris-Dauphine); Xavier Timbeau (Sciences Po) Gennaro Zezza (Levy Economics Institute); Giovanni Dosi (Scuola Superiore Sant’Anna); y Engelbert Stockhammer (Universidad de Kingston).