Por Mgtr. Carlos Andrés Ortíz*

La principal potencia económica de Europa y una de las principales del mundo, conocida como la locomotora de la Unión Europea, se está quedando sin energía.

En buena medida, esta situación puede llamarse “crónica de una crisis energética autoinducida”, que tuvo dos factores fuertemente desencadenantes, los que básicamente fueron provocados por la miopía evidenciada por la propia conducción del Estado Germano, la cual evidenció no aplicar criterios estratégicos bien fundamentados, justamente en el sensible Sector Energético.

El primer grueso error estratégico fue sucumbir ante las fuertes presiones del nada inocente ecologismo cavernario, cuyas persistentes y muy bien financiadas campañas de ecoterrorismo son funcionales y/o están alineadas con los muy influyentes factores de poder que operan para imponer al como sea a las “energías renovables”, básicamente a las eólicas y solares.

Panel solar

Los planificadores germanos (y sus dirigencias políticas) evidenciaron dejar de lado, o ignorar, que todo sistema eléctrico se sustenta en la Energía de Base disponible, y que solo existen tres tipos de tecnologías calificables como Generadoras de Energía de Base: Termoeléctrica (quemando hidrocarburos o biocombustibles), Hidroeléctrica, y Nuclear.

Los restantes tipo de generadoras de energía eléctrica adolecen de intermitencias (variaciones bruscas de voltaje, e incluso repentinas salidas de servicio), por lo que solo son Generadoras Complementarias. Las Complementarias carecen de aptitud técnica para reemplazar a las De Base.

Osada o maliciosamente, afirmaron los promotores de eólicas y solares, que son energías limpias, económicas y aptas para sustituir a la energía nuclear y al gas. El prolongado gobierno de Angela Merkel, ante las urgencias electorales, sumó a su coalición al Partido Verde (ultraecologista), el cual impuso su nociva agenda anti nuclear y pro “renovables” eólicas y solares. Ahora pagan las consecuencias.

Lo real es que eólicas y solares no son limpias, pues sus poluciones directas e indirectas son considerables, mucho más acentuadas que las que son consecuencia de las energías hidroeléctrica, nuclear, e incluso más que la provocada por el del gas natural.

No pueden sustituir a ninguna Energía de Base, entre ellas la nuclear y la térmica en base a gas. Por sus intermitencias, solo son aptas como Energías Complementarias, careciendo de aptitud técnica para reemplazar Usinas de Base, como lo son las nucleares y las termoeléctricas. Prueba contundente de lo inútiles que son para operar como energías de base las eólicas y solares, es el hecho irrefutable que Alemania había implementado la masiva utilización de centrales eléctricas a gas, para cubrir los faltantes provocados por las cancelaciones de proyectos nucleares y el proyectado cierre anticipado de todas las nucleares en servicio. Eso pese al discurso hueco que decía sustituir las nucleares por las “renovables”.

Y ahora, ante la desesperante crisis energética, piensan volver a utilizar las usinas a carbón. El discurso “ecologista” dejado de lado, la crisis manda, y las “renovables” son poco más que muy caros elementos decorativos.

Energía eólica

Pero pese a la conocida inoperancia de eólicas y solares como supuestos reemplazos de usinas de base, ciertas publicaciones “especializadas” – promotoras de esas energías y sus negocios vinculados- insisten en afirmar – falsamente- que supuestas nuevas y masivas inversiones de eólicas y solares, “reemplazarán” al gas natural ruso, lo cual es técnicamente imposible, por las citadas intermitencias de las “renovables”. Además, los altos costos de las energías “renovables” afectaron las tarifas de electricidad, restando competitividad de la industria germana. Pese a eso, Los Verdes insisten en acentuar la matriz “renovable” sin importarles acentuar más los precios de la energía.

El segundo craso error estratégico en el que incurrió el -insólitamente- muy dudoso eficiente accionar diplomático de cortas miras geopolíticas, de las cúpulas gobernantes de Alemania, fue involucrarse contra su principal proveedor de gas natural y petróleo, en la guerra entre Rusia y la OTAN. Guerra que se libra en territorio de Ucrania; conflicto de posibles derivaciones muy peligrosas, en el que la UE (Unión Europea) parece operar bajo las directivas de las dos mega potencias anglosajonas. Involucramiento germano muy activo, como proveedor de armamentos pesados y seguramente otros insumos; a la vez que no parece haber ejercido su fuerte influencia para evitar y luego frenar el conflicto, en vez de echar más leña al fuego.

Las dirigencias de la UE parecen dispuestas a sacrificar el desarrollo, el bienestar y la seguridad del bloque, subordinándolos a mandatos de la OTAN, con tal de apuntalar la pretendida imposición al como sea, del Nuevo Orden Mundial, prioridad geopolítica neocolonial del Bloque Atlantista. Un accionar complicado, que lleva al europeísmo a dejar jirones del Poder Real Mundial que antes detentaba, hoy disputado por EEUU más RU, Rusia y China.

Con el involucramiento “indirecto” en esa guerra, una consecuencia directa es la abrupta caída en los volúmenes del económico gas natural, del que disponía Alemania por medio de varios grandes gasoductos, y en particular los dos Nord Stream que por el gélido Báltico conectan directamente al proveedor ruso con el ávido mercado germano, del cual derivan conexiones a otros miembros de la UE.

El segundo de esos gasoductos ni se habilitó, por las fuertes presiones ejercidas por EEUU, con un explícito doble objetivo: limitar el predominio de la estatal rusa Gasprom en el abastecimiento del vital insumo en Alemania (y en toda la UE); y reemplazar el económico gas ruso (de gasoductos), por el mucho más costoso gas de EEUU, que debería transportarse en buques metaneros.

Ese abrupto cambio de proveedor de gas, además de encarecer ese esencial insumo, llevará cierto tiempo de implementación, para contar con las instalaciones que permitan descargar los buques metaneros.
¡Y parecen no existir alternativas técnicamente viables para solucionar el vital abastecimiento de gas, en el próximo invierno europeo!

Como es el caso de toda Europa, a excepción del gigante bicontinental que es Rusia, el viejo continente es muy dependiente del abastecimiento de materias primas e insumos estratégicos; y dentro de este último rubro, la Energía en todas sus formas y para todos sus múltiples e imprescindibles usos.

Esa realidad continental, es marcadamente acentuada en el caso de Alemania, gran consumidor de energía para su poderosa industria, para el buen nivel de vida de su población, y otros usos diversos. Ahora Alemania en particular, y la UE en general, afrontan una casi certera, cercana y muy profunda crisis energética.

Grandes estadistas de relevancia mundial, de la estatura de Charles De Gaulle, Jean Monnet, Konrad Adenauer, Robert Schuman y otros, que tuvo Europa, parecen no tener sus equivalentes, en la actual compleja realidad de la UE.

*Mgtr. Carlos Andrés Ortíz. Analista de Temas Económicos y Geopolíticos.