El Partido Justicialista realizó este viernes su Congreso Nacional, en el cual se aceptó la licencia que pidió Alberto Fernández, con lo cual dejó la presidencia del espacio, mientras que se resolvió crear una nueva mesa de acción política que funcionará como conducción transitoria, aunque la designación de sus integrantes quedará para más adelante.

En total, 466 congresales del PJ presentes dieron el quorum necesario en el segundo llamado para el inicio de la sesión ordinaria del Congreso Nacional que tuvo lugar en el microestadio de del club Ferrocarril Oeste, del barrio porteño de Caballito.

Al final, se decidió la conformación de una Mesa de Acción Política para el Modelo Argentino, cuya integración quedó a cargo de las autoridades del Consejo Nacional del Partido, con el objetivo de realizar «una convocatoria amplia a todos los sectores y a todos aquellos y aquellas que se sienten parte del movimiento nacional y popular, para iniciar un proceso de recuperación basado en la producción, el trabajo, la solidaridad y el reparto equitativo de la riqueza, enmarcado dentro de la justicia social».

La sesión contó con la presencia del presidente del Congreso y gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, y dirigentes del espacio como sus pares Axel Kicillof, Ricardo Quintela y Raúl Jalil, y los senadores Lucía Corpacci, Juan Manzur, Eduardo de Pedro y José Emilio Neder.

También acudieron al encuentro Cristina Álvarez Rodríguez, Fernanda Raverta, Fernando Espinoza, Verónica Magario, José Luis Gioja y Juan Manuel Olmos, entre otros.

Entre sus metas a corto plazo figuran cerrar filas y evitar una diáspora a partir de las negociaciones que los gobernadores llevan adelante con el Gobierno nacional.

Después vendrá la definición de la conducción definitiva, la parte programática y la convocatoria a otros partidos políticos de Unión por la Patria, con miras a las próximas elecciones legislativas de 2025.

Tras el encuentro, el PJ emitió un documento, en el que planteó que el partido afronta «una doble obligación: tener un cuadro de situación adecuada de dónde estamos parados» y «o, empezar a delinear un proyecto de hacia dónde queremos ir, porque sin ese norte claro ningún viento nos será favorable».

«El pueblo argentino mira, naturalmente, hacia el peronismo porque sabe que allí reside una larga experiencia de luchas históricas, así como una reserva de futuro que puede y debe ser puesta al servicio de la Nación», consideraron en el documento final.

En su declaración, el Congreso Nacional del Partido Justicialista apuntó que «el gobierno actual, desde el día en que asumió, ha desatado una batería de medidas brutales que golpean sin piedad a la mayoría de nuestro Pueblo».