La pandemia del Covid-19 sacude las estanterías globales, no sólo en términos sanitarios, con cifras de contagio y muerte crecientes, sino también en términos de daño económico, el cual muchos analistas señalan superior al de la Segunda Guerra Mundial.

Así como ha golpeado particularmente a España, Italia, Estados Unidos y China (por ser país de origen), hubo otros que a partir de estrategias puntuales lograron contener la expansión del coronavirus y, como se pregona, “achatar la curva” de contagiados y/o fallecidos.

Mientras algunos países sufren las peores consecuencias (China, España, Italia y Estados Unidos), otros han puesto en marcha estrategias que han logrado ralentizar la expansión del nuevo coronavirus.

Las estrategias pueden variar pero no tienen demasiado misterio y se manejan dentro de los posibles abordajes que se comentan en los últimos días, pero no viene mal repasar cuales aquellos países que han aplicado métodos, a priori, más efectivos.

Esta visualización se basa en datos periódicos de la Universidad Johns Hopkins y puede que no refleje la información más actualizada de cada país.

– Alemania: nivel comparativamente bajo de muertes en relación al total de contagios.

Si bien se trata del quinto país en la escala de personas infectadas de coronavirus, no han crecido exponencialmente la cifra de fallecidos, si se compara con otros países con un nivel de contagio similar, como España, Italia o Reino Unido.

En un relevamiento realizado por la cadena inglesa BBC, se menciona como una de las claves de la baja mortalidad a la detección temprana de los portadores del virus, lo que frena la expansión de la enfermedad.

Autoridades alemanes indicaron que están en capacidad de realizar 160.000 exámenes de diagnóstico a la semana.

Otros países que también tienen varias decenas de miles de contagios confirmados reservan las pruebas de laboratorio para confirmar quién tiene el virus a los pacientes con cuadros más preocupantes y no hacen el test a quien tiene sintomatología leve.

– Japón: bajo nivel comparado con sus vecinos a pesar de tener gran cantidad de población “de riesgo”.

El país del sol naciente asiático era terreno fértil para que el virus se expandiese, por tener la mayor proporción de personas mayores de 65 años en el mundo a la par de un alto nivel de consumo de tabaco, que intensifica el riesgo de enfermedades respiratorias, como el covid-19.

No obstante, los nipones evitaron acudir al aislamiento social para limitar la expansión virósica, y se observaron varios eventos en los que se juntó una gran cantidad de pública. Más allá de la no obligatoriedad, sí se recomienda el distanciamiento social.

También se señala la existencia de una reacción veloz a la hora de identificar focos de infección que permitieron cuidar a la población más vulnerable, a través de un enfoque de “grupos de brote”.

– Singapur y sus “detectives de enfermedades”.

En la mayoría de las naciones ya se reconoce a los exámenes lasivos y el aislamiento social como las principales medidas evitar una propagación híper masiva y rápida en el número de contagios de coronavirus, pero el caso de Singapur está incluso un poco más allá.

Aparecieron allí “detectives de enfermedades”, encargados de averiguar dónde había circulado el virus en el país. Así, lograron cortar la cadena de contagio desde los mismos focos de infección.

Cabe destacar que Singapur dispone de un sofisticado y extenso programa de rastreo de contactos y datos, que permite evaluar la cadena del virus de un caso a otro, lo que permite identificar y aislar antes de un desastre mayor.

Así, el país pudo cortar la cadena de contagio en uno de los principales focos territoriales.