¿Dos ganadores? ¿O tres? Cuando aún resta por escrutarse un 7% de las mesas, la elección a gobernador no está definida, aunque desde dos búnkers ya se proclamaron como ganadores. De mano ganó el Frente Progresista cuando antes de las 22 desde el Patio de la Madera habló Miguel Lifschitz dándose como nuevo gobernador; mientras que una vez que terminó su discurso, desde Santa Fe le contestó el PRO con el baile de Miguel Del Sel, quien también dijo ser el nuevo gobernador. Y como si fuese poco, también desde la ciudad capital de la provincia Omar Perotti, del Frente para la Victoria, pidió «prudencia».

A la 2 de este lunes, con un 93,7% de las mesas escrutadas, Lifschitz obtenía 548.617 votos, un 30,72%, contra un 30,59% del macrista Del Sel (546.289 sufragios), lo que suponía una diferencia de tan solo 2.328 votos.

Por su parte, el candidato del Frente Justicialista para la Victoria, Omar Perotti, quedaba en el tercer lugar, con un 29,22% (521.813).

De esta manera, el socialismo retenía la gobernación del tercer distrito electoral más importante del país en cantidad de votantes y extendía su permanencia en el poder, al que llegó de la mano de Hermes Binner en 2007.

La escasa diferencia entre los tres postulantes hacía que la pelea se extendiera hasta conocer el 100 por ciento de las mesas escrutadas y aún después de eso, ya que Perotti y el PRO anticiparon que aguardarán al recuento definitivo.

Pasadas las 22.30, Lifschitz pasó a liderar la votación luego de estar en desventaja contra Del Sel durante toda la jornada, y de esa forma confirmó el triunfo que habían anunciado en el búnker del Frente Progresista, ubicado en el Patio de la Madera

Allí, en un clima de festejo, Lifschitz, Fein y Bonfatti se adjudicaron públicamente la victoria en sus respectivas categorías, después de que se leyeran los resultados obtenidos de las tradicionales mesas testigo del socialismo.

Estos son números extraoficiales que suelen coincidir con los oficiales, aunque en las elecciones primarias del 14 del abril fueron desacertados, ya que anunciaron un triunfo del Frente Progresista contra Unión PRO Popular, que finalmente había cosechado una mayor cantidad de votos.

Tras la autoproclamación del socialismo, primero Del Sel y después el propio Macri —que había viajado a Santa Fe para acompañar a sus candidatos— salieron a negar la victoria del Frente Progresista y a pedir que se respetara la marcha del escrutinio oficial, que de cualquier manera ya reflejaba resultados favorables a Lifschitz, Fein y Bonfatti.

Lo mismo hizo Perotti, que reclamó «prudencia» y pidió «contar voto por voto».

Por ahora hay que esperar. Y seguir contando. Será días de definiciones, declaraciones cruzadas, denuncias y espera del escrutinio definitivo. Hoy, más allá de que lo que digan los protagonistas, hay que esperar.