Encabezados por sindicatos industriales golpeados por la crisis y en medio de reclamos a la cúpula de la CGT para que convoque a un paro general, gremios de la central obrera y de las CTA, con respaldo de organizaciones sociales y partidos de la oposición, marcharán mañana por el centro porteño contra el modelo económico del gobierno de Mauricio Macri.

La movilización comenzará cerca de las 14:00 desde Plaza Miserere, en el barrio porteño de Once, y durante el trayecto se irá nutriendo con columnas de distintos sindicatos hasta finalizar en la esquina de Avenida de Mayo y la 9 de Julio, con una parada previa frente al Congreso nacional.

Está previsto que no haya un acto aunque la CGT publicará una solicitada en distintos diarios que contendrá duras críticas a las políticas del Gobierno, apuntando especialmente contra el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

«Por mejores salarios y jubilaciones; por programas sociales que generen inclusión; por más producción nacional y un país que priorice el desarrollo productivo y se castigue a la especulación financiera; por un desarrollo agropecuario con valor agregado; por servicios públicos de calidad y con tarifas socialmente justas», sostuvo la central obrera en la convocatoria que lanzó en las redes sociales.

Durante la parada en el Congreso organizaciones que contienen a las pequeñas y medianas empresas presentarán un proyecto de ley de Emergencia Pyme, que contempla medidas de protección para el sector orientadas a «frenar el cierre de empresas y el daño al tejido productivo nacional».

La marcha comenzó a tomar forma en conversaciones que impulsaron puertas adentro de la CGT los gremios industriales, uno de los sectores más golpeados por el parate económico y las consecuentes suspensiones y despidos, como los metalúrgicos de la UOM, los mecánicos del SMATA, los Textiles y los del Calzado.

De inmediato se sumaron los sindicatos más opositores a la gestión de Macri y que el año pasado se apartaron de la conducción de la CGT por no seguir una postura más dura contra el Gobierno, como Camioneros de los Moyano, varios del sector aeronáutico y la Corriente Federal que lidera el bancario Sergio Palazzo, mientras que las tres CTA también se plegaron.

Por su parte, la conducción de la CGT anunció su adhesión a la movilización semanas atrás, tras la primera reunión del año del Consejo Directivo, en la que además planteó la necesidad de «tener otro gobierno» tras las elecciones de este año.

En medio de la tensión entre los dirigentes gremiales más «combativos» y los más «dialoguistas», los primeros continuaron en los últimos días presionando para que los segundos (con gran peso específico dentro de la cúpula de la CGT, como el caso de los «gordos» de los grandes sindicatos y los «independientes») allanen la convocatoria a otro paro general para fin de mes.

Es posible que durante la marcha de este jueves vuelvan a escucharse cánticos de los gremios más «duros» exigiendo a la CGT el llamado a una huelga, que en caso de concretarse sería la quinta en la gestión de Macri.

«Hay que ponerle fecha a un paro general», subrayó en este sentido el secretario general del Sindicato de Empleados de la ex Caja de Subsidios Familiares para el

Personal de la Industria (SECASFPI), Carlos Ortega, en el marco del XIV Congreso Nacional de Delegados de ese gremio.

«Al margen de la marcha de este 4 de abril -de la que el SECASFPI tomará parte-, y hablando desde la Corriente Federal de los Trabajadores, creo que hay que ponerle fecha al paro general.

Ya ninguno se puede hacer el distraído, porque no es bueno para nadie», enfatizó Ortega en un comunicado.

«No quieren paritaria, te bajan los salarios, te disciplinan con los despidos… Hay que hacer un paro, un plan de lucha, movilizar donde haya que movilizar y ser solidario con todas las organizaciones gremiales que están en pelea», insistió el líder sindical.