Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz, no escapa al análisis político a dos meses de la asunción de Javier Milei a la presidencia de la República Argentina. Consultado sobre qué consejo le daría a la dirigencia política argentina, en tiempos donde el accionar de los representantes del pueblo en el Congreso son duramente cuestionado por el primer mandatario, sostuvo que «hay que trabajar para generar una democracia participativa, que el pueblo tenga herramientas constitucionales y jurídicas para evitar los abusos del poder, y una participación más activa en el derecho que el pueblo tiene a su riqueza».

El militante por los derechos humanos consideró que «se está vendiendo territorio» y que hay «muchas provincias que son feudos que no están al servicio del pueblo, sino de los intereses personales y sectoriales».

La situación económica y las definiciones en la materia por parte del Poder Ejecutivo son el principal motivo de angustia y desesperanza del pueblo argentino. En ese sentido, Pérez Esquivel señaló que es necesario «convocarse para ver qué economía queremos para el pueblo», tratando de «articular las distintas vertientes» pero partiendo de que «toda economía debe estar dirigida al servicio del pueblo y no contra el pueblo».

«Lo que puedo decir es que estas democracias como están no funcionan más, porque se delega todo el poder en quienes gobiernan y se hacen estas barbaridades que estamos viviendo, como la que hizo (el expresidente Mauricio) Macri con la deuda externa», evaluó.

Además, consideró la situación del país como «preocupante» y llamó la atención sobre las políticas implementadas por el presidente Javier Milei que «al tratar de reducir olvida que detrás de los números hay hombres, mujeres y niños que reclaman un lugar digno en la vida».

Además, apuntó que «los gobiernos anteriores tampoco lo hicieron» y que el triunfo de Milei en las elecciones se debe «al fracaso, a la falta de políticas claras y proyecciones de mediano y largo plazo de los gobiernos precedentes».

Sobre la visita del mandatario argentino al Vaticano y su encuentro con el Papa Francisco, Pérez Esquivel opinó que se trató de «una visita protocolar» y destacó que se trata de dos figuras que representan «posiciones encontradas».