La Secretaria Legal y Técnica de la Presidencia, Vilma Ibarra, pidió hoy «un debate respetuoso y cuidadoso» sobre el proyecto de ley de legalización del aborto que el gobierno enviará este mes al Congreso junto al «Plan de los Mil Días» para la «atención y acompañamiento de la maternidad en los primeros tres años de vida de los bebés».

En cuanto a la búsqueda de consensos para tratarlos, la secretaria Legal y Técnica aseguró que en el Gobierno tienen la «indicación del Presidente de diálogo y búsqueda de consensos».

Señaló que «en las democracias y en los estados de derecho se reflejan las posiciones de personas que no piensan» igual y «hay que ser respetuosos de eso», así como de «de las votaciones de las cámaras legislativas».

Ante una consulta de Télam, Ibarra aclaró que las precisiones del proyecto las «va a anunciar el Presidente», quien «se comprometió a presentarlo y durante este año sea incorporado a las sesiones extraordinarias», y señaló que los términos de la ley «se conocerán próximamente».

«Tenemos expectativa de que se debata para que se apruebe», indicó Ibarra, porque «es una grave situación de salud pública que haya 350.000 abortos clandestinos en condiciones antihigiénicas y sin seguridad».

Para la funcionaria, los desafíos del Gobierno «son bajar la cantidad de abortos» y que las mujeres que llegan a esa instancia «acudan al sistema de salud pública sabiendo que van a ser atendidas y no las van a meter presas», además de que «sean tratadas con dignidad, tengan acceso a métodos anticonceptivos y la información suficiente sobre salud».

«Necesitamos una educación sexual integral que evite embarazos no intencionales y que no se expongan a situaciones dramáticas», completó Ibarra.

Destacó asimismo que «aquellas mujeres que tengan un proyecto de maternidad, el Estado también tiene que estar presente en el cuidado de su hijo o hija recién nacido» con el «Plan de los Mil Días».

La secretaria Legal y Técnica se mostró «muy respetuosa de la Iglesia» por su posición contra el aborto, y expresó que «aquella persona que tenga una posición donde su religión, o desde su concepción, respecto a que el aborto no corresponde, por supuesto llevará adelante su embarazo, pero lo central es que sea una opción y no algo forzado».

«Semejante cantidad de abortos clandestino nos tiene que alertar y darnos cuenta de que que la política que se trajo hasta acá, de decidir con el Código Penal, ha llevado a una situación dramática.

Y remarcó: «Tenemos que asumir que es una política que ha llevado al fracaso, hace mal a las mujeres, afecta a su salud, y tenemos que buscar una alternativa que atienda a la salud pública».

«Hay una promesa de campaña que el Presidente quiere honrar y nos parece que para la salud pública es muy importante, y para las mujeres también, para desestresar además el sistema de salud en el ámbito de internaciones por malas prácticas en abortos clandestinos, que van a ser menores», concluyó.